Una canción para Marcos Pérez Jiménez

La percepción de la figura de poder puede despertar emociones encontradas entre los individuos de una sociedad a través de la historia. Muchas son las anécdotas que rodean a los líderes en el ejercicio de su mandato, que han causado admiración como también el desprecio por parte de sus detractores.

A diferencia de las campañas electorales, donde existe una publicidad contratada y especializada que se apodera de los medios para exaltar las cualidades de un candidato utilizando todos los recursos posible, afiches, pancartas, música, mítines, entrevistas, que sirven para persuadir a un electorado determinado, nos referiremos a dedicatorias musicales que surgieron por distintos motivos, por sincera admiración o por mera adulación; las que se han hecho populares entre las sociedades a través del tiempo, que han trascendido a sus protagonistas y que han quedado como recuerdo para historia.

Podemos encontrar ejemplos en las canciones de la guerra civil norteamericana. En esa época de tantas tribulaciones ideológicas, políticas y sociales, las canciones no sólo se utilizaban como medio de exaltación de las cualidades personales de los líderes políticos, como una especie de campaña publicitaria primitiva, sino también porque muchos de sus compositores y cantantes compartían la pasión y los ideales de sus admirados líderes, estaban unidos a la causa. Como nos comenta Jerry Silverman (Songs and Stories of the Civil War, 2002), Jesse Hutchinson quien escribió “Lincoln and liberty”, compartía los ideales abolicionistas del presidente Lincoln; y quien con su familia de cantantes, el Cuarteto Hutchinson, hizo famosa tal pieza musical que exaltaba su gran figura idealista.

En Venezuela se puede encontrar un ejemplo similar sobre una canción dedicada a un  importante líder político.

A principios del siglo XX, cuando el caudillo Cipriano Castro realizaba una gran gira por el centro, sur y oriente de Venezuela en 1905. Como nos cuenta Alexis Marín Cheng en su artículo periodístico publicado en el diario Sol de Margarita en 2015, la alta clase política y social de la isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, esperaba al mandatario, el cual fue recibido con una gran celebración privada para honrarlo. La música de la orquesta del baile estaba a cargo del gran compositor insular Vicente Cedeño, quien al tocar una pieza musical instrumental de su autoría, originalmente llamada “Lirio del Valle”, fue interrumpido por el anfitrión de la fiesta de bienvenida, e indagando sobre las formas musicales de la extraordinaria pieza y también preguntándole “¿Y cómo se llama el valse? A lo cual el maestro Cedeño, sin vacilar, contesta ‘Castro en Margarita’”.

Así quedó plasmado en la historia musical uno de los valses más ejecutados e icónicos del folclor venezolano.

Al margen de los eventos sociales y políticos, a mediados del siglo XX la música popular tomó matices muy coloridos a lo largo de Latinoamérica. Mucha fue la influencia del intercambio cultural que proporcionaba la radio y, por supuesto, el cine latinoamericano, donde México tuvo un protagonismo importantísimo. Era uno de los mayores productores y distribuidores de películas para la región a un nivel comparable a Hollywood. La música de la época de oro del cine mexicano era tan protagonista como sus artistas. Sus actores cantaban y bailaban marcando así una tendencia para la moda de la época, en sus estilos y maneras. Por tal razón, México y su cine tuvieron mucha influencia no sólo de su propia cultura, sino también fueron influenciados por artistas foráneos los cuales crearon una bella fusión cultural, una mixtura de música popular y folclórica. En los estilos de la guaracha, el bolero, el danzón, el porro, la cumbia, el merengue, el tango y el cha-cha-cha, podían ser escuchados todos inclusive en una misma canción; es decir, una mezcla de ritmos y elementos musicales de México, Cuba, Colombia, República Dominicana, Argentina, Venezuela y otros países latinoamericanos. 

El cantante Alberto Fernández Mindiola, perteneció a ese grupo de cantantes de esa época que no sólo popularizó el ritmo del vallenato en su propio país, sino que lo llevó fuera de fronteras de su natal Colombia. Esta leyenda de la música popular colombiana perteneció al grupo musical de su paisano, el compositor José María Peñaranda, autor de la famosa pieza “Se va el caimán”; y, más tarde, prosiguió su carrera de cantante perteneciendo a otras agrupaciones, siendo una de las más importantes «Bovea y sus Vallenatos”. Fernández  junto a ésta agrupación, dio a conocer el vallenato hasta hacerlo popular en toda Suramérica.

Corrían los años cincuenta en Venezuela, en un ambiente político ambiguo donde el General Marcos Pérez Jiménez toma el poder desde el año 1952 al 58, luego de haber sido nombrado presidente provisional por una junta militar. 

Pérez Jiménez se caracterizó por ser un mandatario de mano dura de sólida formación militar, quien era temido por muchos a causa de sus implacables persecuciones y torturas a sus adversarios políticos; y, también, admirado por otros quienes pensaban que había dado un importante impulso modernista al país el cual era mayormente rural. Este mandatario presumía de sus logros al rodearse de los mejores profesionales en cada uno de sus campos de conocimiento para impulsar al país, que sí logró obtener en infraestructura y en educación.

 

Alberto Fernández - Bovea y sus Vallenatos

Alberto Fernández – Bovea y sus Vallenatos

 

En la radiodifusión venezolana comenzaba a escucharse una canción dedicada al mandatario venezolano, que describía la fama y la aceptación de Marcos Pérez Jiménez. El compositor José María Peñaranda había escrito un tema musical en un ritmo parecido al merengue venezolano, pero con una métrica de 6/8, que se volvió pegajoso entre la audiencia. Este “merengue” fue interpretado por el mencionado Alberto Fernández Midiola con “Bovea y sus Vallenatos”, el cual había sido grabado en Bogotá por Fonográficas Radio Vergara.

A diferencia de los registros y estadísticas actuales, los pormenores de la producción discográfica entre los años 40 y 60 e, inclusive, en los 70, no se divulgaban como se hace en la actualidad. Eran pocos los discos que exponían información adicional sobre la historia de su contenido, más bien su divulgación actual ha sido fruto de una lucha entre asociaciones de productores musicales, técnicos de sonido, artistas, compositores y arreglistas musicales, aunado a la evolución de los formatos tecnológicos, como también a las revisiones de las políticas de derecho de autor y propiedad intelectual, para dar justo crédito al trabajo de sus creadores y participantes. Hasta hace muy poco, las historias y los créditos artísticos de la creación discográfica pertenecían al círculo íntimo de sus participantes, que muchas veces se convertían en leyendas gremiales. 

Es por esta razón que no hay documentación suficiente que muestren datos exactos sobre el lanzamiento del single «Presidente Marcos Pérez Jiménez» en Colombia y su llegada a Venezuela; y sobre si el tema musical en cuestión se produjo por encargo de los partidarios del mandatario que sirviera de propaganda política, o quizás fuera creado por genuina admiración del compositor ya que dichos homenajes se estilaban en la época y, para esa década, Pérez Jiménez se había convertido en un personaje político importante y muy nombrado en la cotidianidad de la región.

También pudiera especularse que el compositor y el grupo musical que interpretan el tema habrían querido despertar el interés del público venezolano y de los medios oficialistas, ya que “Bovea y sus Vallenatos” poseía una famosa carrera musical llena de triunfos internacionalizando los ritmos colombianos; y quizás vieron un potencial mercado en el público de un pujante país como era la Venezuela de la época.

Lo que se pueda decir sobre quién o con qué motivos se realizó esta pieza musical ya poco importa. Lo que verdaderamente interesa es el resultado que pudo haber tenido en la audiencia de la época; tema que hemos tratado insistentemente en diversos artículos:

  1. La música puede transformar la percepción de un mensaje inherente desde un estado racional a uno emocional hasta lograr empatía con la audiencia.
  2. La música, por ser un arte donde la estética y el gusto juega un papel preponderante, puede crear asociaciones con ideas previamente aprendidas por la audiencia.
  3. La música aunada a un mensaje determinado rompe el protocolo de la formalidad, ya que su interpretación (del gusto, de su estética) es un proceso intelectual íntimo por parte del receptor.
  4. La música asociada a un mensaje determinado podría modificar o hacer reinterpretar ciertos elementos y hacerlos ver desde otra perspectiva, reforzándolos positivamente o negativamente según el caso.

No debemos olvidar que en un diagrama de flujo de comunicación, la percepción del mensaje y su interpretación dependen en gran parte del aprendizaje, valores y educación de sus receptores. De esos factores puede depender que se produzca una persuasión efectiva. En todo caso, la música como herramienta de comunicación podría ayudar a llevar el mensaje haciéndolo repetitivo, pegajoso, rítmico y atractivo al receptor.

El tema “Presidente Marcos Pérez Jiménez” fue muy popular en Venezuela gracias a su radiodifusión y todavía es recordado por la gente que vivió dicha época. Es posible entonces que esta pieza musical ayudara a cambiar algún aspecto sobre la percepción del mandatario y su gobierno; y lo haya hecho más popular entre algunos de sus gobernados.

Quisiera agradecer enormemente a mi muy querido amigo el Dr. Juan Francisco Sanz, profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, a quien preliminarmente le había comentado acerca del artículo que me disponía a escribir; y quien con mucha dedicación me ubico los datos del disco single «Presidente Marcos Pérez Jiménez», en 45 RPM en contacto con su amigo Víctor Márquez, al quien él mismo lo califica como “una enciclopedia ambulante de la discografía nacional”, el que me envió la foto del disco a través de aquél. Con esta importante información pude dar con la historia de Fernández y Peñaranda.

Justo Morao

 


Fuente consultadas:

Silverman, Jerry. Songs and stories of the civil war. Twenty-first Century Books. Connecticut. 2002

http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:150047

https://www.radionacional.co/noticia/artista-semana/los-90-alberto-fernandez-voz-oro-del-vallenato


 

DESPACITO-ESPANOL28/06/2017

«El ‘Despacito’ más lento del mundo» – Comentario de Justo Morao en The New York Times

Candidatos se diferencian en Ecuador 2017

Para las elecciones del 19 de febrero de 2017 en Ecuador, se enfrentan ocho candidatos por la silla presidencial, entre los cuales se ha marcado una gran diferencia entre los estilos publicitarios de proyección de imagen electoral en una campaña que ha durado un poco más de un mes. Entre ellos se destacan algunos spots que quisiera comentar:

Con una campaña de spots publicitarios homogéneos, de imagen muy bien producida con música, una canción electoral muy nacionalista pero, a la vez, muy moderna en su concepto, el empresario Guillermo Lasso vuelve al ruedo electoral con su lema «Vamos por el cambio». Los asesores publicitarios han conservado la imagen «clásica» de la convocatoria, que ha permanecido en la publicidad electoral latinoamericana desde 1973: la multitud marchando por un ideal que recae en un candidato.

El oficialista Lenín Moreno utiliza imágenes de alta calidad que muestran un Ecuador industrializado y moderno, tales imágenes son acompañadas de una canción electoral con un corte más actual de música rock, la cual moderniza la imagen del candidato haciéndola más juvenil.

Igualmente, el equipo de asesores produjo un spot que combina voz en off (del mismo candidato) al comienzo y luego primer plano, el que estadísticamente se ha convertido en uno de los estilos más efectivos de transmitir un mensaje electoral a través de un spot televisivo. La musicalización acompaña muy bien la producción, una orquestación suave y  de intención esperanzadora.

La muy destacada asambleísta, la abogada Cynthia Fernanda Viteri quien ha roto muchos esquemas tradicionales en la política ecuatoriana, mantiene una campaña con un mensaje electoral dirigido a los jóvenes.

En el tema publicitario, pienso que ha habido un descuido por parte de sus asesores de campaña sobre su imagen televisiva y en redes sociales. Aunque mantiene una variación del slogan publicitario del cambio (Cambio Positivo), en mi opinión, la música con que acompaña algunos de sus spots no le hace honor a la seriedad de sus issues (temas) de campaña. Pienso que se descompagina su imagen electoral sonora con la visual, restándole así atención necesaria al mensaje de su campaña. La música de «Rap» no hace más juvenil su imagen a su audiencia electoral, sino que desvía la atención y crea una imagen distorsionada de su porte, posición y carrera política a quienes no la conocen todavía. Es decir, crea una imagen diferente de ella entre sus electores naturales.

El abogado Abdalá «Dalo» Bucaram, posee gran carisma entre los jóvenes, refleja una actitud muy positiva y dinámica.

Uno de sus spots electorales sale de lo habitual, con gran fluidez da un mensaje en lenguaje de señas para llevar su mensaje de inclusión social con gran ingenio no sólo a personas con necesidades especiales, sino a la audiencia en general; ganando así gran atención sobre sus propuestas electorales. Posee un gran equipo de asesores publicitarios que destaca su dinámica y su mensaje electoral. Su lema «Vamos con Fe» ha marcado una diferenciación con los otros candidatos.

Igualmente, el equipo de Dalo ha puesto un ritmo moderno con mucho dramatismo en la canción del spot «Un solo toque», que acompaña las palabras del candidato y de forma oportuna se escucha cantando una voz femenina, la letra que reafirma las palabras del candidato en su justo momento. Refleja una gran producción de mucha calidad.

Los otros candidatos, muy profesionales en sus diferentes desempeños, como lo son: Patricio Zuquilanda, Paco Moncayo, Washington Pesántez y Iván Espinel, se han mantenido al margen de la publicidad electoral en formatos de spots televisivos o de redes, que ya sea por austeridad u otros quizás por ser más conservadores y no ver la necesidad de realizarlos, se han limitado a entrevistas por televisión, artículos de prensa, discursos públicos y otras estrategias de campaña, que también son efectivas pero que requieren más presencia.

Justo Morao

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Keiko – La favorita electoral de Perú se viene con una campaña muy rítmica

Keiko Fujimori arrasa en la primera vuelta de las elecciones realizadas en Perú el domingo 10 de abril de 2016.

Su campaña se ha mostrado sencilla pero muy contundente, llena de energía, exaltando su juventud y entusiasmo. A través de un spot producido por «Fuerza Popular», se ve recorriendo el país acompañada de multitudes, entre zonas populares y rurales, donde se incluye la participación de las comunidades indígenas. La candidata ha mostrado gran simpatía y gran interés. Su carisma no ha podido ser opacado en ningún momento por la sombra de su padre Alberto Fujimori ni el pasado político que éste representa, el que alguna vez oscureció a ese país.

Bajo su lema electoral «KONTIGO», este spot es muy rítmico y va a acompañado por una narración en voz en off de la misma candidata, atribuyendo sentido de responsabilidad y compromiso, con un toque maternal.

Asimismo, su campaña va acompañada por una canción electoral en la cual se destaca la percusión y un coro de voces mixtas en su instrumentación, que denota mucha energía y fuerza. Este tipo de canción por su contenido rítmico, produce un gran efecto en actos públicos y tiende a volverse contagiosa y viral.

Justo Morao

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Videos, redes y la calle – Entrevista a Justo Morao en «Efecto Cocuyo»

Recorridos casa por casa, caravanas, actos de masas, guerra de encuestas para mostrarse como los victoriosos y hasta guerra de propagandas han marcado la campaña electoral para elegir la Asamblea Nacional.

Las campañas electorales se pueden dividir en tres categorías, la primera se compone de la imagen del candidato; la segunda, de la identificación partidista y la tercera de los asuntos claves de campaña explicó Justo Morao,  asesor y autor de propaganda política,  a Efecto Cocuyo

La Mesa de la Unidad Democrática se ha concentrado en promover la tarjeta única. En sus piezas propagandísticas se muestran como la alternativa, como el cambio a los problemas de la escasez y la inseguridad. Piden al electorado hacer “la última cola” el día de las elecciones para alcanzar la mayoría en el Parlamento que les permita legislar “para todos los venezolanos”.

También se han apoyado en figuras públicas como músicos, periodistas, humoristas, entre otros

No hay propaganda individual de los candidatos de la coalición opositora. Apoyados en la campaña “Venezuela quiere” se han acercado a distintas comunidades del país para que los ciudadanos describan la situación de sus comunidades. También se han apoyado en figuras públicas como músicos, periodistas, humoristas, entre otros; para explicar la importancia de la Poder Legislativo y el rol ciudadano en los comicios electorales.

La coalición opositora está apostando por temas políticos que están por encima de las caras

Morao destacó que el concepto de campaña de la MUD se ubica en la tercera categoría. A su juicio, la coalición opositora está apostando por temas políticos que están por encima de las caras, “es más poderoso lo cotidiano, lo que pasa el venezolano, porque logra empatía, identificación con su realidad”.

En contraparte el Partido Socialista Unido de Venezuela recuerda las victorias pasadas, al líder de la revolución, llama a no olvidar lo que significa la oposición. La frase “como sea” acuñada por el presidente de la República, Nicolás Maduro, está presente en los jingles y discursos.

“Somos pueblo valiente” es el eslogan que sustenta la campaña. Compromiso, eficiencia, experiencia, constancia, pasión y esfuerzos son los valores que la acompaña para vincularlos a los candidatos del Polo Patriótico.

El concepto del oficialismo busca la identificación partidista a través de la lealtad

El concepto del oficialismo busca la identificación partidista a través de la lealtad. Morao consideró que ellos no pueden abordar los problemas cotidianos porque “es cuchillo para su pescuezo”, recurren a la evocación del líder que fundó el partido, que los aglutinó alrededor de un proyecto. “No importa qué tan mal está el país, debemos lealtad no a Venezuela, debemos lealtad a Chávez”.

El especialista aseveró que los candidatos con cuñas individuales sirven para fortalecer el vínculo con el difunto Presidente. “Son candidatos que antes fueron ministros, cancilleres, ocuparon altos cargos en el Gobierno; estuvieron con Chávez y continúan con Maduro, son garantía de respaldo”. Sin embargo destacó que no cree que este funcionando, puesto que el discurso agresivo permanece en los voceros rojos.

La música también ha estado presente en la campaña. Los rojos han hecho canciones festivas y nacionalistas, donde promueven los logros de Hugo Chávez. En contraste, las canciones de la oposición han sido de protestas y de promoción del voto.

Tanto la MUD como el Psuv tienen dos sendas cuñas de motorizados en las que debaten su función en la campaña electoral.

El especialista aclaró que aunque las cuñas son similares los mensajes son distintos. Consideró que el oficialismo muestra un intención de amenaza en su discurso, muestra al mototaxista como un grupo servil a los intereses del Gobierno; mientras que la oposición los muestra como personas trabajadoras, positivas y progresistas al servicio de la ciudadanía.

Partidos como Primero Justicia y Voluntad Popular han hecho piezas audiovisuales que apoyan la campaña del comando Venezuela Unida, en contraste el único vocero de la propaganda del Polo Patriótico es el Psuv. Para Morao este fenómeno es producto de que el uso del poder es distinto.

Expresó que los rojos respondían a la voluntad de un militar, en consecuencia su administración del poder es vertical. La MUD administrativamente es horizontal porque está a cargo de civiles. Manifestó que el oficialismo ha sabido vender muy bien la tesis de que hay un gran desorden, cuando a su juicio están haciendo bien la tarea para llegar a alcanzar los acuerdos que hoy sostienen la campaña.

«A pocos días de la campaña la decisión de voto está tomada»

“A pocos días de la campaña la decisión de voto está tomada. El oficialismo tiene cuñas de ataque para asustar a los servidores públicos, a los jóvenes; no hay una ética de batalla electoral, sino que hay que ganar la elección como sea. El mensaje de la MUD es para contrarrestar, busca defender la institución del voto para que la gente reaccione”, sentenció.

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Segunda campaña de Carlos Andrés Pérez – La nostalgia puede activar viejas emociones

Carlos Andrés Pérez fue un notable líder venezolano quien en los años setenta supo ganarse el corazón del electorado. Fue su primera campaña presidencial en 1973, la que modernizó la manera de hacer campaña política no sólo en Venezuela sino en Latinoamérica.

En 1988 decide lanzarse nuevamente al ruedo electoral con una nueva campaña innovadora en su concepto pero, al mismo tiempo, con elementos publicitarios destinados a activar viejas lealtades políticas a través de la emoción.

Esta campaña tuvo una gran planificación e inversión de recursos en cuanto a material publicitario. A diferencia de la primera, esta campaña se caracterizó por tener una definida segmentación tanto con sus spots como con su material publicitario destinados a diferentes edades y estratos sociales. Hubo gran  producción de merchandising: botones, T-shirts, gorras, stickers, jingles en diferentes ritmos, desde caribeños hasta de estilos pop-rock; todo esto para que cada pieza lograra identificarse con el elector adecuado.

Siendo que la mayoría de las campañas tratan de tocar el lado emocional del elector, el equipo de asesores de Pérez produjo una canción electoral que protagonizaría uno de los spots principales de su campaña, «Fuerza de la esperanza», la cual además de contener una pieza musical muy parecida al estilo contenido en sus viejos spots, cantados por coros y con ritmos muy modernos, mostraba también imágenes de un Carlos Andrés Pérez a todo color, aún muy enérgico y entusiasta, rodeado de multitudes como solía mostrarse en sus spots en blanco y negro de los setenta. Inclusive, se observa una escena en la que repite el famoso «salto de charco», que casualmente lo identificó en el pasado, y en ese mismo momento se escucha, entremetido en el arreglo musical, un interludio instrumental con la melodía de «Ese hombre sí camina» de 1973, cuya intensión indiscutible era la de activar el lado nostálgico de tiempos mejores, ese lado emocional que consciente o inconscientemente motiva a la audiencia al momento de tomar su decisión sobre el voto.

Apreciemos entonces «Fuerza de la Esperanza» de 1988.

Justo Morao

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La canción electoral y otros estilos protagonizan la campaña en Argentina

En la campaña electoral presidencial de la República Argentina a celebrarse el 25 de octubre de 2015, se destacan algunos spots que utilizan técnicas publicitarias que prácticamente se han convertido en un estándar de producción que recorre la Latinoamérica en tiempos electorales. En esta contienda estarán presentes: Daniel Scioli, Mauricio Macri, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Adolfo Rodríguez Saá y Nicolás del Caño, de los cuales sólo mencionaré algunos ejemplos sobre las herramientas que muchos de ellos utilizan.

Por ejemplo, el lanzamiento del candidato Mauricio Macri se ha realizado con un spot muy bien producido, que muestra imágenes impresionantes de los bellos paisajes argentinos, compartiendo con gente real, sin poses y con gestos muy amigables. El único protagonista del spot es una canción electoral de ritmo moderno, que contiene un estribillo pegajoso «estoy con vos», que cuya letra sugiere un apoyo incondicional del candidato, mientras su armonía y ritmo pop-rock puede causar empatía con el elector. Esta técnica publicitaria de la canción electoral ha sido utilizada en Latinoamérica desde Hugo Chávez y Henrique Capriles en Venezuela, pasando por Rafael Correa en Ecuador y Pepe Mujica en el Uruguay, donde sus ritmos pretenden dar un toque juvenil y de simpatía casual al candidato y apuntar a un elector más joven.

Igualmente, otros candidatos como Sergio Massa, utilizan la música sólo como fondo para un mensaje directo, en primer plano que ha sido un efectivo recurso utilizado en las campañas modernas de todo el continente americano, donde se le habla al elector mirándolo a los ojos, para que el espectador experimente esa sensación de franqueza y confianza que pretende transmitir el candidato.

Margarita Stolbizer presenta spots de diferentes estilos, pero uno que le favorece es el de voz en off, en el cual presenta imágenes de ella misma interactuando con jóvenes y adultos, recorriendo en bus lugares urbanos, escuelas y universidades, donde ella misma va narrando su recorrido y lo que desea para la Argentina. Siendo la única candidata femenina, el fondo musical orquestal con melodías lentas que sugieren ternura darían a su voz un toque maternal que potenciaría el mensaje de confianza que quiere transmitir a sus electores.

Otro es el estilo que han escogido los asesores de Daniel Scioli, quien expone diversas imágenes de la vida productiva y urbana, intercalando mensajes escritos para reforzar el tema de campaña, donde la música sirve de conector de tales escenas. Este tipo de publicidad, su estética, fue utilizada más en décadas pasadas, obviamente el candidato apunta a un elector más conservador y más maduro, sin embargo pareciera que la música utilizada en la pieza publicitaria está más dirigida a una audiencia más joven ya que es muy reconocible entre ese segmento de la población electoral, siendo que es una variación evidente del tema «viva la vida» de la agrupación británica de pop-rock Coldplay, lo cual quizás podría crear una distracción al momento de apreciar el mensaje electoral ya que la imagen y sonido van dirigidos a dos tipos de público diferente. Tal vez un tema musical más neutro y menos reconocible pudiera ser aún mucho más efectivo para alcanzar un segmento más definido y determinado entre los electores.

En la carrera presidencial, ya los electores tienen sus preferencias electorales mucho antes del comienzo oficial de las campañas. Éstas sirven como medio informativo, para dejarse ver, para que todos sepan cómo se comporta, para ser comparados y también para que sepan cuáles serían sus prioridades en cuanto a sus temas políticos y sus alianzas. Como ya sabemos, no todas las promesas electorales se han cumplido en la historia política de ningún país. Pero, de cualquier manera, sigamos teniendo fe en la democracia.

Justo Morao

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En Uruguay ya se escucha la canción oficial de campaña de Tabaré Vázquez

Según las encuestas electorales de Uruguay 2014, tanto para las elecciones internas de cada partido a celebrarse el 1º de junio como para las presidenciales el 26 de octubre, dan como favorito al candidato Tabaré Vázquez por el partido Frente Amplio, al que pertenece el actual presidente José «Pepe» Mujica.

Lo curioso es que antes de que estos eventos hayan pasado, ya la «canción oficial de campaña» de Tabaré Vázquez se ha dado a conocer entre sus propios seguidores. Aunque es muy temprano todavía para saber si esa pieza será la definitiva, puesto que la imagen del candidato puede variar y evolucionar durante el periodo de campaña, se podría decir que dicha canción está muy cargada de motivos nacionalistas, de armonías e instrumentación netamente folclórica, como para remarcar el compromiso que tendrá Tabaré por el país.

Es decir, aunque se trata de un candidato del mismo partido político del actual gobierno, el presidente Mujica en su campaña se valió de una imagen musical más neutral, de estilo pop-rock con arreglos de guitarras eléctricas, batería y bajo eléctrico, que modernizaba y suavizaba su imagen dándole un toque más juvenil y popular entre los votantes; en este caso, Tabaré Vázquez apuesta a los elementos enraizados en el nacionalismo.

Aquí podemos observar las diferencias entre ambas imágenes sonoras que inciden en la percepción del candidato por parte del votante:

Tabaré Vázquez, 2014:

José «Pepe» Mujica, 2009:

Justo Morao

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Continúa la tendencia publicitaria electoral de canciones de campañas en 2013

En artículos anteriores se ha comentado la nueva tendencia Latinoamericana sobre el uso de las canciones de campaña para despertar el interés de la audiencia simpatizante sobre la figura de su líder o candidato político. Tal tendencia ha crecido en su uso con respecto a la herramienta publicitaria del jingle, que sólo está referido a una rima resonante corta, que ha sido sustituido por una canción completa con versos y estribillo.

Mientras que en Norteamérica ha mermado el uso de la canción de campaña como eje central de la imagen sonora de un candidato, que desde los cincuenta fue fundamental en todas las campañas electorales, ya desde finales de los setenta no se utiliza, con excepción de la campaña de Barack Obama de 2008, con la canción «Yes, we can» producida por Will.I.Am.

En cambio, este tipo de publicidad sonora electoral de estilo norteamericano fue introducida por los asesores Joseph Napolitan y Bob Squire en una contundente campaña de 1973 en Venezuela y de allí partió para toda América Latina, acentuándose y modernizándose aún más a finales de la primera y principios de la segunda década del 2000 en las campañas de José «Pepe» Mujica del Uruguay, Hugo Chávez y Capriles Radonski de Venezuela; y Rafael Correa del Ecuador, entre otros.

Así encontramos como ejemplo reciente «Yo quiero», la canción oficial de la campaña 2013 de Michelle Bachelet, escrita y producida por la dupla «Miranda & Tobar» exitosos compositores de música para cine y publicidad, e interpretada por la talentosa cantante chilena Daniela Jordán.

«Yo Quiero» – Canción de Campaña de Michelle Bachelet (2013)

Justo Morao

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Cancionero Electoral – La nueva tendencia publicitaria en Latinoamérica

Este artículo fue escrito originalmente por Justo Morao para la edición de marzo de 2013 de la revista española de política Sesión de Control 

La canción política ha sido excelente compañera del espíritu social de cambio en momentos históricos de gran importancia, dejando un testimonio invaluable sobre su significado en la cultura humana. Este tipo de expresión se ha manifestado en tiempos de gran tribulación y ha servido para fomentar la unión, dando inspiración compartida en la búsqueda del bien común o en el logro de una causa, como también, esperanza en el anhelo y consuelo en la resignación. La música, como modo de expresión, ha invocado la admiración de un pueblo hacia su líder, ha estado presente en los campos de batalla en medio de conflictos bélicos o ha servido, también, para mantener la moral en alto ante los sacrificios producidos por los desafíos de cada época.

Entre muchos ejemplos, se puede apreciar la Carmagnole o Carmañola Francesa, canción popular anónima de la Revolución Francesa que exaltaba la rebelión, que, junto a otras, bien pudo haber influenciado el estilo de la canción patriótica latinoamericana de finales del siglo XVIII y principios del XIX, entonadas clandestina y públicamente por grupos insurgentes de tendencia independentistas. Muchas de estas piezas musicales fueron de autor anónimo, sin embargo, en Venezuela se destacaron compositores como Lino Gallardo, Juan José Landaeta, José María Isaza, Juan Francisco Meserón, entre muchos otros, que bien apoyaron la causa política y al mismo Libertador Simón Bolívar con sus versos y canciones, a tal punto que algunos serían perseguidos por ello.

Hechos similares ocurrieron en la Guerra Civil Norteamericana, donde este tipo de canción otorgaba entusiasmo, valor y fuerza moral a los soldados y civiles que protagonizaban los sangrientos eventos entre el norte y el sur que buscaban definir el alma de un país entero. Al igual que en Francia y Suramérica, muchas de estas piezas salían espontáneamente de las propias tropas, sin embargo, compositores como Jesse Hutchinson con su “Lincoln and Liberty”, o Julia Ward Howe con “The Battle Hymn of the Republic”, entre otros, honraron el sentimiento popular de aquellos tiempos difíciles.

“Lincoln and Liberty”  por Jesse Hutchinson (1860)

Ya entrado el siglo XX, las canciones partidista y patrióticas fueron utilizadas con el mismo ánimo, pero con propósitos más siniestros. El fascismo y el nazismo entonaron sus cánticos basados en historias antiguas, épicas e ilusorias, para fortalecer la irracionalidad de las tropas bajo su mando, junto con su maquinaria de guerra, antes y después de ir al frente de batalla, donde arrasaban con sus enemigos ideológicos. Asimismo, la resistencia europea, pudo cantar, entre otras tonadas, la “canción del partisano” que representaba un código moral o himno entre los muchos grupos insurgentes en los países ocupados, la cual, al ser escuchada, proporcionaba fuerza espiritual y esperanza para seguir combatiendo contra el gigante militar que les atacaba.

El tiempo de paz transforma la canción patriótica en canción electoral

En el desarrollo de la comunicación política moderna en Norteamérica, a partir de la segunda mitad del siglo XX, las campañas electorales fueron abandonando los mensajes ideológico-partidistas y comenzaron a transitar por el sendero de la exaltación de la imagen política de los candidatos. Este fenómeno fue ocasionado por las contradicciones nacidas entre las nuevas generaciones de votantes que, decepcionados por diferentes periodos de políticas desacertadas y de crisis económica, fueron desligándose de las lealtades partidistas, aferrándose aún más a los temas de campaña como también a las nuevas caras de los candidatos, creando una relación aún más personal con la política.

La incipiente tecnología en las telecomunicaciones del momento ofrecía la posibilidad de reintroducir el tipo de tonada que elevara la emoción del votante en tiempos electorales de una manera más atractiva, por supuesto, en otras condiciones y con la tranquilidad que brindaba el tiempo de paz. El estudio y desarrollo de la eficacia del mensaje publicitario bien pudo tomar la tradición de la canción patriótica y transformar su intención principal en lo que hoy se conoce como jingle electoral, bien musicalizado, cantado y de corta duración, pero que llevara la esencia de un mensaje entusiasta, tal como los primeros compuestos para las campañas de Eisenhower o Kennedy, que exaltaban la personalidad y hacían resonar los nombres de los candidatos. Estos tuvieron como finalidad crear empatía dentro de un sentimiento fraternal y dar sentido de pertenencia entre los votantes hacia la imagen de un líder político, como en tiempos antiguos.

Una vez que se introdujo la manera norteamericana de hacer campañas en Latinoamérica, como fue la del innovador Carlos Andrés Pérez en Venezuela, en 1973, este tipo de herramienta musical publicitaria tomó estilo propio hasta llegar a convertirse en un importante elemento estratégico de imagen electoral. Asimismo, el jingle como herramienta musical, mientras ha ido desapareciendo de la vanguardia publicitaria electoral norteamericana, quedando relegado solamente a música instrumental de fondo de estilo cinematográfico que acompaña el mensaje electoral de radio o la imagen del spot televisivo, en Suramérica, destacándose el hecho que tales sistemas electorales son esencialmente presidencialistas, se ha acentuado tanto la exaltación del candidato a través de la música que la producción de extensos arreglos musicales ha ido sustituyendo a los jingles de corta duración, para ser convertidos en canciones de campaña, siendo parte fundamental de la imagen del candidato de hoy.

En los países latinoamericanos, la música, el ritmo y el verso siempre tuvieron gran relevancia dentro de la cultura y la política, inclusive desde el periodo colonial, pero fue el avance de los medios de comunicación y el desarrollo publicitario electoral norteamericano más reciente el que marcó el nuevo rumbo e hizo renacer tal tradición musical con matices más modernos y estimulantes en formato de canciones de campaña. Tales piezas pueden potenciar el carisma del candidato, reforzar su mensaje y rejuvenecer su imagen.

Canciones de Campaña de Candidatos Latinoamericanos de los últimos años.

Frente Amplio Progresista – José Pepe Mujica (Uruguay)

Soy Chávez de Corazón – Hugo Chávez (Venezuela)

Hay un camino – Henrique Capriles Radonski (Venezuela)

Ya tenemos Presidente, tenemos a Rafael – Rafael Correa (Ecuador)

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