Una canción para Marcos Pérez Jiménez

La percepción de la figura de poder puede despertar emociones encontradas entre los individuos de una sociedad a través de la historia. Muchas son las anécdotas que rodean a los líderes en el ejercicio de su mandato, que han causado admiración como también el desprecio por parte de sus detractores.

A diferencia de las campañas electorales, donde existe una publicidad contratada y especializada que se apodera de los medios para exaltar las cualidades de un candidato utilizando todos los recursos posible, afiches, pancartas, música, mítines, entrevistas, que sirven para persuadir a un electorado determinado, nos referiremos a dedicatorias musicales que surgieron por distintos motivos, por sincera admiración o por mera adulación; las que se han hecho populares entre las sociedades a través del tiempo, que han trascendido a sus protagonistas y que han quedado como recuerdo para historia.

Podemos encontrar ejemplos en las canciones de la guerra civil norteamericana. En esa época de tantas tribulaciones ideológicas, políticas y sociales, las canciones no sólo se utilizaban como medio de exaltación de las cualidades personales de los líderes políticos, como una especie de campaña publicitaria primitiva, sino también porque muchos de sus compositores y cantantes compartían la pasión y los ideales de sus admirados líderes, estaban unidos a la causa. Como nos comenta Jerry Silverman (Songs and Stories of the Civil War, 2002), Jesse Hutchinson quien escribió “Lincoln and liberty”, compartía los ideales abolicionistas del presidente Lincoln; y quien con su familia de cantantes, el Cuarteto Hutchinson, hizo famosa tal pieza musical que exaltaba su gran figura idealista.

En Venezuela se puede encontrar un ejemplo similar sobre una canción dedicada a un  importante líder político.

A principios del siglo XX, cuando el caudillo Cipriano Castro realizaba una gran gira por el centro, sur y oriente de Venezuela en 1905. Como nos cuenta Alexis Marín Cheng en su artículo periodístico publicado en el diario Sol de Margarita en 2015, la alta clase política y social de la isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, esperaba al mandatario, el cual fue recibido con una gran celebración privada para honrarlo. La música de la orquesta del baile estaba a cargo del gran compositor insular Vicente Cedeño, quien al tocar una pieza musical instrumental de su autoría, originalmente llamada “Lirio del Valle”, fue interrumpido por el anfitrión de la fiesta de bienvenida, e indagando sobre las formas musicales de la extraordinaria pieza y también preguntándole “¿Y cómo se llama el valse? A lo cual el maestro Cedeño, sin vacilar, contesta ‘Castro en Margarita’”.

Así quedó plasmado en la historia musical uno de los valses más ejecutados e icónicos del folclor venezolano.

Al margen de los eventos sociales y políticos, a mediados del siglo XX la música popular tomó matices muy coloridos a lo largo de Latinoamérica. Mucha fue la influencia del intercambio cultural que proporcionaba la radio y, por supuesto, el cine latinoamericano, donde México tuvo un protagonismo importantísimo. Era uno de los mayores productores y distribuidores de películas para la región a un nivel comparable a Hollywood. La música de la época de oro del cine mexicano era tan protagonista como sus artistas. Sus actores cantaban y bailaban marcando así una tendencia para la moda de la época, en sus estilos y maneras. Por tal razón, México y su cine tuvieron mucha influencia no sólo de su propia cultura, sino también fueron influenciados por artistas foráneos los cuales crearon una bella fusión cultural, una mixtura de música popular y folclórica. En los estilos de la guaracha, el bolero, el danzón, el porro, la cumbia, el merengue, el tango y el cha-cha-cha, podían ser escuchados todos inclusive en una misma canción; es decir, una mezcla de ritmos y elementos musicales de México, Cuba, Colombia, República Dominicana, Argentina, Venezuela y otros países latinoamericanos. 

El cantante Alberto Fernández Mindiola, perteneció a ese grupo de cantantes de esa época que no sólo popularizó el ritmo del vallenato en su propio país, sino que lo llevó fuera de fronteras de su natal Colombia. Esta leyenda de la música popular colombiana perteneció al grupo musical de su paisano, el compositor José María Peñaranda, autor de la famosa pieza “Se va el caimán”; y, más tarde, prosiguió su carrera de cantante perteneciendo a otras agrupaciones, siendo una de las más importantes «Bovea y sus Vallenatos”. Fernández  junto a ésta agrupación, dio a conocer el vallenato hasta hacerlo popular en toda Suramérica.

Corrían los años cincuenta en Venezuela, en un ambiente político ambiguo donde el General Marcos Pérez Jiménez toma el poder desde el año 1952 al 58, luego de haber sido nombrado presidente provisional por una junta militar. 

Pérez Jiménez se caracterizó por ser un mandatario de mano dura de sólida formación militar, quien era temido por muchos a causa de sus implacables persecuciones y torturas a sus adversarios políticos; y, también, admirado por otros quienes pensaban que había dado un importante impulso modernista al país el cual era mayormente rural. Este mandatario presumía de sus logros al rodearse de los mejores profesionales en cada uno de sus campos de conocimiento para impulsar al país, que sí logró obtener en infraestructura y en educación.

 

Alberto Fernández - Bovea y sus Vallenatos

Alberto Fernández – Bovea y sus Vallenatos

 

En la radiodifusión venezolana comenzaba a escucharse una canción dedicada al mandatario venezolano, que describía la fama y la aceptación de Marcos Pérez Jiménez. El compositor José María Peñaranda había escrito un tema musical en un ritmo parecido al merengue venezolano, pero con una métrica de 6/8, que se volvió pegajoso entre la audiencia. Este “merengue” fue interpretado por el mencionado Alberto Fernández Midiola con “Bovea y sus Vallenatos”, el cual había sido grabado en Bogotá por Fonográficas Radio Vergara.

A diferencia de los registros y estadísticas actuales, los pormenores de la producción discográfica entre los años 40 y 60 e, inclusive, en los 70, no se divulgaban como se hace en la actualidad. Eran pocos los discos que exponían información adicional sobre la historia de su contenido, más bien su divulgación actual ha sido fruto de una lucha entre asociaciones de productores musicales, técnicos de sonido, artistas, compositores y arreglistas musicales, aunado a la evolución de los formatos tecnológicos, como también a las revisiones de las políticas de derecho de autor y propiedad intelectual, para dar justo crédito al trabajo de sus creadores y participantes. Hasta hace muy poco, las historias y los créditos artísticos de la creación discográfica pertenecían al círculo íntimo de sus participantes, que muchas veces se convertían en leyendas gremiales. 

Es por esta razón que no hay documentación suficiente que muestren datos exactos sobre el lanzamiento del single «Presidente Marcos Pérez Jiménez» en Colombia y su llegada a Venezuela; y sobre si el tema musical en cuestión se produjo por encargo de los partidarios del mandatario que sirviera de propaganda política, o quizás fuera creado por genuina admiración del compositor ya que dichos homenajes se estilaban en la época y, para esa década, Pérez Jiménez se había convertido en un personaje político importante y muy nombrado en la cotidianidad de la región.

También pudiera especularse que el compositor y el grupo musical que interpretan el tema habrían querido despertar el interés del público venezolano y de los medios oficialistas, ya que “Bovea y sus Vallenatos” poseía una famosa carrera musical llena de triunfos internacionalizando los ritmos colombianos; y quizás vieron un potencial mercado en el público de un pujante país como era la Venezuela de la época.

Lo que se pueda decir sobre quién o con qué motivos se realizó esta pieza musical ya poco importa. Lo que verdaderamente interesa es el resultado que pudo haber tenido en la audiencia de la época; tema que hemos tratado insistentemente en diversos artículos:

  1. La música puede transformar la percepción de un mensaje inherente desde un estado racional a uno emocional hasta lograr empatía con la audiencia.
  2. La música, por ser un arte donde la estética y el gusto juega un papel preponderante, puede crear asociaciones con ideas previamente aprendidas por la audiencia.
  3. La música aunada a un mensaje determinado rompe el protocolo de la formalidad, ya que su interpretación (del gusto, de su estética) es un proceso intelectual íntimo por parte del receptor.
  4. La música asociada a un mensaje determinado podría modificar o hacer reinterpretar ciertos elementos y hacerlos ver desde otra perspectiva, reforzándolos positivamente o negativamente según el caso.

No debemos olvidar que en un diagrama de flujo de comunicación, la percepción del mensaje y su interpretación dependen en gran parte del aprendizaje, valores y educación de sus receptores. De esos factores puede depender que se produzca una persuasión efectiva. En todo caso, la música como herramienta de comunicación podría ayudar a llevar el mensaje haciéndolo repetitivo, pegajoso, rítmico y atractivo al receptor.

El tema “Presidente Marcos Pérez Jiménez” fue muy popular en Venezuela gracias a su radiodifusión y todavía es recordado por la gente que vivió dicha época. Es posible entonces que esta pieza musical ayudara a cambiar algún aspecto sobre la percepción del mandatario y su gobierno; y lo haya hecho más popular entre algunos de sus gobernados.

Quisiera agradecer enormemente a mi muy querido amigo el Dr. Juan Francisco Sanz, profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, a quien preliminarmente le había comentado acerca del artículo que me disponía a escribir; y quien con mucha dedicación me ubico los datos del disco single «Presidente Marcos Pérez Jiménez», en 45 RPM en contacto con su amigo Víctor Márquez, al quien él mismo lo califica como “una enciclopedia ambulante de la discografía nacional”, el que me envió la foto del disco a través de aquél. Con esta importante información pude dar con la historia de Fernández y Peñaranda.

Justo Morao

 


Fuente consultadas:

Silverman, Jerry. Songs and stories of the civil war. Twenty-first Century Books. Connecticut. 2002

http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:150047

https://www.radionacional.co/noticia/artista-semana/los-90-alberto-fernandez-voz-oro-del-vallenato


 

Oposición tendrá el reto de vencer la apatía y la cizaña – Entrevista a Justo Morao en el Diario La Verdad

Agradezco a la periodista Aylen Bucobo del diario venezolano La Verdad, de Maracaibo, por la entrevista que me realizó el 22 de septiembre de 2017, en la víspera de la campaña electoral de las elecciones regionales de gobernador en todo el territorio de Venezuela.http://www.laverdad.com/politica/127767-oposicion-tendra-el-reto-de-vencer-la-apatia-y-la-cizaña.html

Oposición tendrá el reto de vencer la apatía y la cizaña

Aylen Bucobo / Maracaibo / noticias@laverdad.com
La mejor arma que tienen los aspirantes políticos de la Unidad es hacer hincapié en quién es el responsable de la crisis y los del chavismo motivar la mayor abstención posible para el día de las votaciones

(Foto: Archivo)

 

La competencia para las regionales comienza oficialmente. La campaña electoral para las elecciones del 15 de octubre arranca mañana en todo el país. La cruzada culminará el 12 de octubre a la medianoche. En 23 estados, un total de 46 candidatos de la oposición y del oficialismo darán la batalla por las gobernaciones: La Unidad centrará su lucha por el cambio y la democracia y el chavismo por la paz. Según expertos en la materia, todo dependerá de la conexión que hagan los aspirantes políticos con los electores a través de sus mensajes.

Justo Morao, especialista en imagen política y en publicidad electoral, considera que el mensaje de los candidatos unitarios debe ser esperanzador, que dé confianza al votante, pues con las protestas y disturbios, el votante se siente un poco defraudado, lo cual usa el bando contrario como estrategia.

Parte de las campañas negativas es propiciar mensajes que desconsuelen al oponente y en este caso, explica que el partido de Gobierno toma ventaja en esa decepción que tiene el votante opositor para desestimularlo y no votar.

La Unidad debe contrarrestar ese mensaje negativo con otro mensaje; es decir, según precisa debe darle la vuelta, tomar ventaja e indicar que la lucha es por la democracia. “La oposición debe explicar que su mensaje siempre es dirigido a imponerse a través del voto y la obediencia institucional, cero violencia”.

Alentar al votante, es otro elemento en el cual el profesor universitario e investigador, debe afianzar la campaña la Unidad, el mensaje de no ceder espacios en el ejercicio de la democracia, “eso sería una buena estrategia”.

Para Morao el partido de Gobierno está muy confiado en su estrategia de campaña, y tiene todas las instituciones de su lado, por lo que prevé que bien podría hacer una buena o media campaña.

Elementos 

En cuanto a cómo se abordaría la crisis en el mensaje de campaña, el especialista en imagen política, manifiesta que es muy difícil prometer un cambio económico y social si no hay la voluntad política del Gobierno central para hacerlo. “En mi opinión, la oposición debe recalcar que sigue la lucha por el cambio de la crisis porque es una lucha constante”.

Incluso destaca a no detenerse “en una promesa de si votan por mí, va a cambiar todo, al contrario, voten por mí porque yo voy a seguir luchando por los derechos de ustedes”, pues recalca que los problemas no van a cambiar mientras que el Gobierno tenga el control de todo.

Justo Morao señala que el mensaje a enviar en medio de la crisis es de lucha social y política. “En el marco de las instituciones, porque el venezolano no quiere violencia”, por eso apunta que en la situación país, la campaña debería ser de boca en boca.

El especialista en publicidad electoral, advierte que el Gobierno usa la negociación para que se vea como una traición y restar votos para la Unidad. “El Gobierno juega doble, porque negocia pero le dice a la gente te están traicionando, eso debilita la moral de la oposición y a su vez, el voto opositor”.

La paz dentro del mensaje de campaña de los candidatos del Gobierno podría ser un elemento a utilizar, pero para Morao la situación país no se trata de paz sino de democracia, de respetar las instituciones, las leyes y la Constitución.

Arma fuerte

El politólogo Jesús Castillo, presidente de la Fundación Zulia Productivo, puntualiza que el arma fuerte para ganar la relección Francisco Arias Cárdenas es desmotivar el voto opositor y el de Juan Pablo Guanipa para obtener el triunfo, es la crisis.

 

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Candidatos se diferencian en Ecuador 2017

Para las elecciones del 19 de febrero de 2017 en Ecuador, se enfrentan ocho candidatos por la silla presidencial, entre los cuales se ha marcado una gran diferencia entre los estilos publicitarios de proyección de imagen electoral en una campaña que ha durado un poco más de un mes. Entre ellos se destacan algunos spots que quisiera comentar:

Con una campaña de spots publicitarios homogéneos, de imagen muy bien producida con música, una canción electoral muy nacionalista pero, a la vez, muy moderna en su concepto, el empresario Guillermo Lasso vuelve al ruedo electoral con su lema «Vamos por el cambio». Los asesores publicitarios han conservado la imagen «clásica» de la convocatoria, que ha permanecido en la publicidad electoral latinoamericana desde 1973: la multitud marchando por un ideal que recae en un candidato.

El oficialista Lenín Moreno utiliza imágenes de alta calidad que muestran un Ecuador industrializado y moderno, tales imágenes son acompañadas de una canción electoral con un corte más actual de música rock, la cual moderniza la imagen del candidato haciéndola más juvenil.

Igualmente, el equipo de asesores produjo un spot que combina voz en off (del mismo candidato) al comienzo y luego primer plano, el que estadísticamente se ha convertido en uno de los estilos más efectivos de transmitir un mensaje electoral a través de un spot televisivo. La musicalización acompaña muy bien la producción, una orquestación suave y  de intención esperanzadora.

La muy destacada asambleísta, la abogada Cynthia Fernanda Viteri quien ha roto muchos esquemas tradicionales en la política ecuatoriana, mantiene una campaña con un mensaje electoral dirigido a los jóvenes.

En el tema publicitario, pienso que ha habido un descuido por parte de sus asesores de campaña sobre su imagen televisiva y en redes sociales. Aunque mantiene una variación del slogan publicitario del cambio (Cambio Positivo), en mi opinión, la música con que acompaña algunos de sus spots no le hace honor a la seriedad de sus issues (temas) de campaña. Pienso que se descompagina su imagen electoral sonora con la visual, restándole así atención necesaria al mensaje de su campaña. La música de «Rap» no hace más juvenil su imagen a su audiencia electoral, sino que desvía la atención y crea una imagen distorsionada de su porte, posición y carrera política a quienes no la conocen todavía. Es decir, crea una imagen diferente de ella entre sus electores naturales.

El abogado Abdalá «Dalo» Bucaram, posee gran carisma entre los jóvenes, refleja una actitud muy positiva y dinámica.

Uno de sus spots electorales sale de lo habitual, con gran fluidez da un mensaje en lenguaje de señas para llevar su mensaje de inclusión social con gran ingenio no sólo a personas con necesidades especiales, sino a la audiencia en general; ganando así gran atención sobre sus propuestas electorales. Posee un gran equipo de asesores publicitarios que destaca su dinámica y su mensaje electoral. Su lema «Vamos con Fe» ha marcado una diferenciación con los otros candidatos.

Igualmente, el equipo de Dalo ha puesto un ritmo moderno con mucho dramatismo en la canción del spot «Un solo toque», que acompaña las palabras del candidato y de forma oportuna se escucha cantando una voz femenina, la letra que reafirma las palabras del candidato en su justo momento. Refleja una gran producción de mucha calidad.

Los otros candidatos, muy profesionales en sus diferentes desempeños, como lo son: Patricio Zuquilanda, Paco Moncayo, Washington Pesántez y Iván Espinel, se han mantenido al margen de la publicidad electoral en formatos de spots televisivos o de redes, que ya sea por austeridad u otros quizás por ser más conservadores y no ver la necesidad de realizarlos, se han limitado a entrevistas por televisión, artículos de prensa, discursos públicos y otras estrategias de campaña, que también son efectivas pero que requieren más presencia.

Justo Morao

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Keiko – La favorita electoral de Perú se viene con una campaña muy rítmica

Keiko Fujimori arrasa en la primera vuelta de las elecciones realizadas en Perú el domingo 10 de abril de 2016.

Su campaña se ha mostrado sencilla pero muy contundente, llena de energía, exaltando su juventud y entusiasmo. A través de un spot producido por «Fuerza Popular», se ve recorriendo el país acompañada de multitudes, entre zonas populares y rurales, donde se incluye la participación de las comunidades indígenas. La candidata ha mostrado gran simpatía y gran interés. Su carisma no ha podido ser opacado en ningún momento por la sombra de su padre Alberto Fujimori ni el pasado político que éste representa, el que alguna vez oscureció a ese país.

Bajo su lema electoral «KONTIGO», este spot es muy rítmico y va a acompañado por una narración en voz en off de la misma candidata, atribuyendo sentido de responsabilidad y compromiso, con un toque maternal.

Asimismo, su campaña va acompañada por una canción electoral en la cual se destaca la percusión y un coro de voces mixtas en su instrumentación, que denota mucha energía y fuerza. Este tipo de canción por su contenido rítmico, produce un gran efecto en actos públicos y tiende a volverse contagiosa y viral.

Justo Morao

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PSUV y MUD juegan con las emociones para sumar votos – Entrevista a Justo Morao para El Estímulo

Se transcribe a continuación la entrevista a Justo Morao realizada el 2 de diciembre de 2015 por el periodista Franz von Bergen para el portal venezolano de noticias El Estímulo.

http://elestimulo.com/blog/psuv-y-mud-juegan-con-las-emociones-para-sumar-votos/

PSUV y MUD juegan con las emociones para sumar votos

A pocos días del 6 de diciembre, las campañas del chavismo y la Mesa de la Unidad Democrática están enfocando sus mensajes propagandísticos en un grupo de votantes que aseguran que sufragarán el domingo pero que aún no han decidido a favor de cuál bloque lo harán.

Empezamos a ver una guerra de cuñas en la que destacan especialmente los mensajes mal intencionados que colocó al aire el Gobierno para meterle miedo a la gente. Son propagandas en las que se amenaza con que un triunfo opositor acabará con los beneficios de las misiones y los distintos programas sociales”, advierte Justo Morao, especialista en comunicación política.

Ambos bloques han apelado a los sentimientos en esta última etapa. Además del miedo, el PSUV recurre en repetidas ocasiones al tema de la lealtad y a no dejar perder los supuestos logros alcanzados gracias a Hugo Chávez. Por su parte, la oposición busca darle a los electores presionados un último empujón para que participen a pesar de las limitaciones o el miedo que pueden generar las acciones de violencia registradas en distintos estados del país. Para ello juegan con la idea de la esperanza sobre un cambio.

“La MUD está apostando a que la gente sienta que es posible que haya una ruptura del hilo hegemónico. Sus mensajes buscan que el comienzo del cambio se sienta más cerca que nunca”, considera Oswaldo Ramírez, consultor político y director de ORC consultores.

Según encuestas publicadas la semana pasada, el porcentaje de indecisos entre los votantes seguros se elevaba hasta casi 10%, lo que implica que este grupo tiene la fuerza suficiente para definir los resultados finales.

Consciente de esto, el comando chavista destinó una cantidad cuantiosa de recursos para multiplicar su mensaje durante el último fin de semana de campaña.

Un estudio de ORC Consultores indica que entre el 26 y el 28 de noviembre el PSUV tuvo 1.269 cuñas en los canales de televisión abierta, lo que implica una inversión de alrededor de 69,7 millones de bolívares y 10 horas y 4 minutos de tiempo al aire. En contraste, la MUD colocó poco más de 300 mensajes en el mismo periodo.

Venevisión, siendo el canal con mayor alcance, también fue el que acumuló más propagandas del chavismo: 283 en total. Le siguieron TVES, con 251; Globovisión, con 223; Televen, con 214; VTV, con 172; y Meridiano TV, con 126.

Una propaganda en la que chavistas tienen pesadillas de que les quitan las pensiones u otros beneficios sociales después de un triunfo de la oposición se repitió en Venevisión en 44 ocasiones durante los tres días estudiados. El 26 de noviembre apareció 4 veces, el 27 otras 15 y el 28 25 más.

“Hubo un cambio en la estrategia del chavismo. Colocaron esta propaganda en lugar de la que mostraba a diputados de la oposición rechazando créditos adicionales, la cual había sido más usada hasta entonces”, comenta Ramírez.

En los tres días estudiados por ORC, la propaganda de la pesadilla apareció 197 veces en televisión abierta, mayormente el 27 y el 28 de noviembre, pues la frecuencia del mensaje ha ido en aumento.

En los días analizados, en TVES fue el canal que más se repitió: 53 veces. La frecuencia también fue alta en VTV, lo que parece corroborar que el principal target de la pieza son los chavistas descontentos que están desanimados ante el proceso electoral.

En las últimas horas de campaña se espera que el dominio abrumador del chavismo sobre los medios tradicionales se acreciente. Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, denunció el lunes que Globovisión suspendió todas las propagandas que su organización tenía pautadas con el canal.

“En el fondo pareciera que hay una especie de desesperación dentro del oficialismo. Su problema radica en que una parte importante de su base muestra escasos deseos de ir a votar. Si no lo hacen, la oposición tiene oportunidades de conseguir la mayoría calificada. Eso revive los fantasmas de lo que fue la votación por el referendo de la reforma constitucional de 2007, la cual perdió el oficialismo porque sus electores no participaron”, explica el consultor.

Morao recuerda que las elecciones terminan siendo definidas por los grupos pequeños que no se inclinan hacia las opciones polarizantes desde un primer momento. Los indecisos que quedan aún son parte de ese grupo y por eso su importancia.

“Es muy difícil de cuantificar el impacto que puede tener una campaña de miedo así. En algunos electores puede provocar una movilización por temor, pero en otros más bien puede desatar rabia si lo ven como un chantaje”, explica Morao.

Por su parte, Ramírez desestima que estas propagandas tengan la posibilidad de cambiar por completo la elección. “Eso sólo pasaría si ocurre algo realmente extraordinario en las horas que quedan”, afirma.

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Videos, redes y la calle – Entrevista a Justo Morao en «Efecto Cocuyo»

Recorridos casa por casa, caravanas, actos de masas, guerra de encuestas para mostrarse como los victoriosos y hasta guerra de propagandas han marcado la campaña electoral para elegir la Asamblea Nacional.

Las campañas electorales se pueden dividir en tres categorías, la primera se compone de la imagen del candidato; la segunda, de la identificación partidista y la tercera de los asuntos claves de campaña explicó Justo Morao,  asesor y autor de propaganda política,  a Efecto Cocuyo

La Mesa de la Unidad Democrática se ha concentrado en promover la tarjeta única. En sus piezas propagandísticas se muestran como la alternativa, como el cambio a los problemas de la escasez y la inseguridad. Piden al electorado hacer “la última cola” el día de las elecciones para alcanzar la mayoría en el Parlamento que les permita legislar “para todos los venezolanos”.

También se han apoyado en figuras públicas como músicos, periodistas, humoristas, entre otros

No hay propaganda individual de los candidatos de la coalición opositora. Apoyados en la campaña “Venezuela quiere” se han acercado a distintas comunidades del país para que los ciudadanos describan la situación de sus comunidades. También se han apoyado en figuras públicas como músicos, periodistas, humoristas, entre otros; para explicar la importancia de la Poder Legislativo y el rol ciudadano en los comicios electorales.

La coalición opositora está apostando por temas políticos que están por encima de las caras

Morao destacó que el concepto de campaña de la MUD se ubica en la tercera categoría. A su juicio, la coalición opositora está apostando por temas políticos que están por encima de las caras, “es más poderoso lo cotidiano, lo que pasa el venezolano, porque logra empatía, identificación con su realidad”.

En contraparte el Partido Socialista Unido de Venezuela recuerda las victorias pasadas, al líder de la revolución, llama a no olvidar lo que significa la oposición. La frase “como sea” acuñada por el presidente de la República, Nicolás Maduro, está presente en los jingles y discursos.

“Somos pueblo valiente” es el eslogan que sustenta la campaña. Compromiso, eficiencia, experiencia, constancia, pasión y esfuerzos son los valores que la acompaña para vincularlos a los candidatos del Polo Patriótico.

El concepto del oficialismo busca la identificación partidista a través de la lealtad

El concepto del oficialismo busca la identificación partidista a través de la lealtad. Morao consideró que ellos no pueden abordar los problemas cotidianos porque “es cuchillo para su pescuezo”, recurren a la evocación del líder que fundó el partido, que los aglutinó alrededor de un proyecto. “No importa qué tan mal está el país, debemos lealtad no a Venezuela, debemos lealtad a Chávez”.

El especialista aseveró que los candidatos con cuñas individuales sirven para fortalecer el vínculo con el difunto Presidente. “Son candidatos que antes fueron ministros, cancilleres, ocuparon altos cargos en el Gobierno; estuvieron con Chávez y continúan con Maduro, son garantía de respaldo”. Sin embargo destacó que no cree que este funcionando, puesto que el discurso agresivo permanece en los voceros rojos.

La música también ha estado presente en la campaña. Los rojos han hecho canciones festivas y nacionalistas, donde promueven los logros de Hugo Chávez. En contraste, las canciones de la oposición han sido de protestas y de promoción del voto.

Tanto la MUD como el Psuv tienen dos sendas cuñas de motorizados en las que debaten su función en la campaña electoral.

El especialista aclaró que aunque las cuñas son similares los mensajes son distintos. Consideró que el oficialismo muestra un intención de amenaza en su discurso, muestra al mototaxista como un grupo servil a los intereses del Gobierno; mientras que la oposición los muestra como personas trabajadoras, positivas y progresistas al servicio de la ciudadanía.

Partidos como Primero Justicia y Voluntad Popular han hecho piezas audiovisuales que apoyan la campaña del comando Venezuela Unida, en contraste el único vocero de la propaganda del Polo Patriótico es el Psuv. Para Morao este fenómeno es producto de que el uso del poder es distinto.

Expresó que los rojos respondían a la voluntad de un militar, en consecuencia su administración del poder es vertical. La MUD administrativamente es horizontal porque está a cargo de civiles. Manifestó que el oficialismo ha sabido vender muy bien la tesis de que hay un gran desorden, cuando a su juicio están haciendo bien la tarea para llegar a alcanzar los acuerdos que hoy sostienen la campaña.

«A pocos días de la campaña la decisión de voto está tomada»

“A pocos días de la campaña la decisión de voto está tomada. El oficialismo tiene cuñas de ataque para asustar a los servidores públicos, a los jóvenes; no hay una ética de batalla electoral, sino que hay que ganar la elección como sea. El mensaje de la MUD es para contrarrestar, busca defender la institución del voto para que la gente reaccione”, sentenció.

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«El 6D arranca el cambio» – Issues de campaña contenidos en un spot para las parlamentarias de 2015

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En la campaña electoral venezolana para las parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, se destaca un spot que, a mí manera de ver, contienen un mensaje claro y definido cuyo lenguaje y simbolismos pueden ser de fácil interpretación para el elector. Se trata de la pieza publicitaria «El 6D arranca el cambio» realizada por el partido de oposición Voluntad Popular (Venezuela), que muestra en pocos segundos por lo menos cuatro importantes temas (issues) de campaña que han angustiado a la población venezolana en los últimos años.

Se muestra un pequeño drama de 30 segundos donde una mujer madura de clase media se pasea por sus recuerdos familiares lamentando la muerte de su sobrino y la partida de su hija al exterior, mientras hace oficios en su modesta cocina. De repente recibe una inesperada llamada telefónica de la hija cuya conversación da a entender que hablan de la situación del país y, entre otras cosas, que el plato navideño de fin de año ha sido difícil de realizar.

El spot entrelaza los temas cotidianos relativos a la inseguridad personal por la delincuencia; la fuga de talento joven por falta de oportunidades; el alto costo de la vida; y la pobreza y la escasez. Va acompañada por un fondo musical pausado en armonías menores que denotan melancolía y tristeza, se escucha el sonido de un cuatro en su instrumentación, que le otorga al momento un espíritu nacionalista, pero súbitamente la escena cambia cuando la mujer, en el diálogo con su hija, le afirma que «hoy mismo arranca el cambio», otorgándole una connotación esperanzadora al día de la votación del 6 de diciembre cuando se percibe en la escena, que se tendrá la oportunidad de pasar del color rojo, partido de gobierno, al azul de la oposición.

El spot es identificado al final con el partido Voluntad Popular, sin embargo no se muestra ninguna imagen de un candidato en particular. Podría decirse entonces que se trata de un spot de issues que puede  incentivar el voto ciudadano poniendo en relevancia el tema de un cambio en el país, sin importar la afiliación política o ideológica del elector con ese determinado partido político.

Me parece que el mensaje que pretende enviar la oposición en este spot está muy bien logrado. La estética de su producción es impecable y la música utilizada es apropiada y se acopla excelentemente con cada entrada (cue) del issue o tema que se quiere relucir. A nivel de segmentación, va dirigido a una gran parte de la población de diferentes niveles económicos y edades, jóvenes, adultos, tercera edad, ya que toca temas sensible como son: la separación y destrucción sistemática de la familia como núcleo central de la sociedad, irrefutables en una contienda electoral.

En mi opinión, es uno de los mejores spot electorales de la campaña venezolana para las parlamentarias de 2015, cuyo mensaje se apega a la realidad y se hace muy claro y contundente.

Justo Morao

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Primera campaña electoral moderna en Venezuela: una extravagancia aislada en el tiempo

Una campaña electoral debe tener como característica primordial la posibilidad de difusión de propaganda, elemento que forma parte de la libertad de expresión en países denominados como democráticos. Es decir, los procesos electorales son complejos y mantienen su existencia por medio de un delicado equilibrio entre:

  • Derecho al sufragio
  • Derecho de información
  • Derecho a la libertad de expresión
  • Garantía por parte del Estado para no ser reprimido por tal expresión
  • Interés común

En un escenario democrático, de partidos políticos bien fundamentados, la propaganda política funciona como herramienta de persuasión para llevar ideas y propuestas que afectan el interés colectivo los cuales procuran, finalmente, la obtención de un bien común. Es por ello que su aplicación esté regulada y limitada por la Constitución y las leyes.

Un interesante trabajo de Oláger E. Chacón titulado La regulación sobre propaganda el la legislación electoral venezolana en el siglo XX, publicado en 2004 por la Revista Politeia Nº 32-33 de la Universidad Central de Venezuela, hace referencia al nacimiento de las campañas electorales en Venezuela que datan del gobierno del presidente Isaías Medina Angarita a comienzos de la década de los cuarenta. A pesar de su tradición militarista, fue ese el presidente que verdaderamente modernizó y le dio carácter civilista al Estado venezolano en muchos aspectos; y en cuanto a la legislación y el sistema electoral no hubo excepción.

Desde la Constitución de 1928 se garantizaba la «libertad de pensamiento manifestado de palabra, por escrito o por medio de imprenta», pero daba un margen a la pena por la transgresión de este precepto a lo que determinara la ley, dejándolo a la discrecionalidad del «aparato jurídico» de la época, la Constitución de 1936 sólo reafirmó lo anterior agregando la prohibición de propaganda anónima y de guerra destinada a subvertir el orden político. Fue entonces verdaderamente con la reforma parcial de la Constitución en 1945, cuando se moderniza y se hace más claro el precepto que contribuye al desarrollo de la Ley de Elecciones y al subsiguiente desarrollo de las reglamentaciones y metodologías para el fuero electoral institucionalizado que hoy conocemos.

Recordemos entonces que aún en la mitad de aquel siglo estaba reciente la muerte del dictador Juan Vicente Gómez en 1935, que por veintisiete años sembró el terror entre sus opositores siendo un militar severo de pensamiento autoritario y quien manejó el país como una de sus haciendas ganaderas. Existía entonces mucho temor y desconfianza que se esparcía en el ambiente político y social; es por ello que el paso de la dictadura a la democracia tomó un arduo y lento camino.

Desde el comienzo del siglo XX, Venezuela quedó atrapada en una larga dictadura militar (1908 a 1935) cuya transición, con Eleazar López Contreras (1935 a 1941) e Isaías Medina Angarita (1941 a 1945), se vio interrumpida por un golpe de estado que conllevó a una breve ilusión democrática con un gobierno provisional que organizó elecciones directas y secretas que dieron como ganador a Rómulo Gallegos, pero tan solo por 9 meses. Luego toma el poder una Junta Militar/Junta de Gobierno (1948 a 1952) de Carlos Delgado Chalbaud, Luis Llovera Páez y Marcos Pérez Jiménez que desembocó en la dictadura de este último desde 1953 a 1958. Luego de tales eventos se fue retomando poco a poco un respiro democrático que duraría cuarenta años más.

Ahora bien, si en el siglo XX fue difícil, imaginemos entonces la enorme ingobernabilidad y la agotadora tarea que se ha debido tener en una incipiente nación para elegir funcionarios políticos y, especialmente, presidentes en el siglo XIX.

En un país rural con población mayormente analfabeta, las elecciones se hacían de forma indirecta, era una cuestión para hombres ilustrados, hacendados, de familias ricas e influyentes de la época que tomaban esa clase de decisiones que entre montoneras a caballo, levantamientos armados y protestas por la tenencia de tierras, consideraban lo que era mejor para el país. Eso ocurrió en el periodo de 1830 hasta 1857, luego de ello se realizaron elecciones directas y secretas pero no por ello con menos restricciones.

Ignacio Andrade

Ignacio Andrade

Casi al finalizar el siglo, en 1897, en época de caudillos y castas, el país entraba en periodo electoral cuando gobernaba el presidente Joaquín Crespo.

Entre los candidatos postulados se encontraba el General Ignacio Andrade, quien era un político de trayectoria, un hombre de mundo, con estudios en Europa y Estados Unidos, quien conocía y comprendía la realidad y las causas del atraso venezolano; era el candidato oficialista, el favorito de Crespo.

Juan Manuel Hernández

Juan Manuel «El Mocho» Hernández

El principal contendiente, el General Juan Manuel Hernández, de apodo «El Mocho», quien fue propuesto por parte de los fundadores del liberalismo nacionalista. Hernández, a diferencia de su contrincante principal, era de extracción humilde, sin una notable carrera militar, ni alguna profesión noble que lo respaldara.

La sorpresa inesperada fue que mientras el oficialismo se confiaba en ganar las elecciones a fuerza de manipulación electoral y guerra sucia a través de la prensa servil, permitieron a Hernández desplegar una llamativa campaña electoral como nunca se había visto en la historia de Venezuela de ese siglo. Al regresar de su exilio en Nueva York en 1896, luego de tres años de ausencia a causa de una querella judicial que tuvo que resolver, Hernández llega con la idea de incursionar en el comercio y la política aplicando los nuevos «métodos de agitación electoral» que había observado en aquel país norteamericano. Fue entonces cuando los fundadores del liberalismo nacionalista, Alejandro Urbaneja, Jorge Nevett, David Lobo, Miguel Páez Pumar, Cristobal Soublette y Pedro Manuel Ruiz, lo propusieron como candidato para las elecciones del año siguiente de su llegada y se aseguraron de que tuviera una campaña nacional muy resonante.

El «Mocho» Hernández, aunque poco refinado, era por naturaleza una persona muy carismática. Su campaña se basó en el contacto directo con la gente, sobretodo con la del interior del país. Se organizaron discursos públicos, se regalaban banderines, botones, retratos con la figura del candidato; se enviaban cartas personalizadas dirigidas a los potenciales electores que quedaban sorprendidos al ver que el remitente era el propio Hernández. Se trataba de una verdadera estrategia imaginativa de mercadeo de la imagen del candidato la cual era remarcada por una serie de eventos sociales de calle programados, que muy bien eran acompañados por la alharaca de una fiesta pueblerina con alguna banda local de músicos. Discutía en su campaña un programa de gobierno muy definido en caso de ser electo Presidente de la República con una serie de soluciones para las necesidades básicas de cada región del país.

Asimismo, como lo hacían los candidatos de Estados Unidos, le preparaban y adornaban los últimos vagones de los ferrocarriles, los de las barandillas, para que Hernández fuera de pueblo en pueblo haciendo mítines sin necesidad de bajar del tren.

Eso logró potenciar la simpatía y la personalidad de Hernández e hizo que calara en el corazón del votante de la época. En cambio, el oficialismo sólo supo manipular hábilmente el «sistema electoral» que imperaba en el país para su propio benefició. Según el historiador Ramón J. Velazquez en su obra La caída del liberalismo amarillo, de 1973, el mandato de Crespo se apoderó de dichas elecciones de la siguiente manera:

«(…) Sabían que el resultado final estaba en relación directa de la habilidad para apoderarse el primer día del período electoral de las plazas públicas, en todos los Municipios. La nueva Ley de Elecciones promulgada por el Congreso de 1896 disponía, como todas las anteriores, que cada cuatro años, el 15 de julio, la Primera Autoridad Civil de cada Municipio debía señalar por carteles la plaza pública o lugar abierto en el cual se reunirían los ciudadanos domiciliados en dicho Municipio y con capacidad para votar en las elecciones. En la Mañana del 1º de agosto los quince primeros ciudadanos que llegaran a la Plaza nombraban en su seno, y en presencia del Jefe Civil, un Presidente y cinco Vocales, quienes constituirían la Junta Inspectora de las Inscripciones y del Sufragio. (…) Inmediatamente después se abría la inscripción de sufragantes por espacio de ocho días. Finalizada la inscripción se iniciaba el período de votaciones que duraba tres días, realizándose cada tarde escrutinios parciales y publicando sus resultados. (…) Los resultados se remitían al Congreso Nacional. «Ganar la Plaza», como en el lenguaje guerrero, era el objetivo fundamental de los encanecidos servidores del crespismo.»

Pues, a pesar de la popularidad de Hernández cuyo triunfo parecía imparable ante la opinión pública, fue derrotado de manera fraudulenta por las artimañas secretas de personeros fieles al gobierno en sobre aviso para detentar los puesto de vigilancia del voto popular. Se trataba entonces de un sistema electoral no viciado pero sumamente vulnerable. Crespo aseguraba su hegemonía indirecta tras un arrollador y contundente resultado que ponía en primer lugar a Ignacio Andrade con 406.610 votos; opacando a José Manuel Hernández con tan solo 2.203 votos; y los candidatos restantes, Rojas Paúl, Guzmán Blanco y Nicolás Rolando, más lejos aún con una cifra que sumaba entre ellos menos de 400 votos.

Fue tanta la indignación que sintieron los liberales nacionalistas por el grosero fraude electoral, que enervó los ánimos de sus partidarios provocando así la ira del propio Hernández, lo que lo llevó a su levantamiento en armas que terminó en trágicos eventos de agitación, lucha y el derramamiento de sangre. Luego de este período histórico hubo una larga cadencia de oscuridad política donde la libertad de expresión quedó encadenada al miedo, lo que perduró hasta mediados del siglo XX.

Justo Morao

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Segunda campaña de Carlos Andrés Pérez – La nostalgia puede activar viejas emociones

Carlos Andrés Pérez fue un notable líder venezolano quien en los años setenta supo ganarse el corazón del electorado. Fue su primera campaña presidencial en 1973, la que modernizó la manera de hacer campaña política no sólo en Venezuela sino en Latinoamérica.

En 1988 decide lanzarse nuevamente al ruedo electoral con una nueva campaña innovadora en su concepto pero, al mismo tiempo, con elementos publicitarios destinados a activar viejas lealtades políticas a través de la emoción.

Esta campaña tuvo una gran planificación e inversión de recursos en cuanto a material publicitario. A diferencia de la primera, esta campaña se caracterizó por tener una definida segmentación tanto con sus spots como con su material publicitario destinados a diferentes edades y estratos sociales. Hubo gran  producción de merchandising: botones, T-shirts, gorras, stickers, jingles en diferentes ritmos, desde caribeños hasta de estilos pop-rock; todo esto para que cada pieza lograra identificarse con el elector adecuado.

Siendo que la mayoría de las campañas tratan de tocar el lado emocional del elector, el equipo de asesores de Pérez produjo una canción electoral que protagonizaría uno de los spots principales de su campaña, «Fuerza de la esperanza», la cual además de contener una pieza musical muy parecida al estilo contenido en sus viejos spots, cantados por coros y con ritmos muy modernos, mostraba también imágenes de un Carlos Andrés Pérez a todo color, aún muy enérgico y entusiasta, rodeado de multitudes como solía mostrarse en sus spots en blanco y negro de los setenta. Inclusive, se observa una escena en la que repite el famoso «salto de charco», que casualmente lo identificó en el pasado, y en ese mismo momento se escucha, entremetido en el arreglo musical, un interludio instrumental con la melodía de «Ese hombre sí camina» de 1973, cuya intensión indiscutible era la de activar el lado nostálgico de tiempos mejores, ese lado emocional que consciente o inconscientemente motiva a la audiencia al momento de tomar su decisión sobre el voto.

Apreciemos entonces «Fuerza de la Esperanza» de 1988.

Justo Morao

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