Keiko – La favorita electoral de Perú se viene con una campaña muy rítmica

Keiko Fujimori arrasa en la primera vuelta de las elecciones realizadas en Perú el domingo 10 de abril de 2016.

Su campaña se ha mostrado sencilla pero muy contundente, llena de energía, exaltando su juventud y entusiasmo. A través de un spot producido por «Fuerza Popular», se ve recorriendo el país acompañada de multitudes, entre zonas populares y rurales, donde se incluye la participación de las comunidades indígenas. La candidata ha mostrado gran simpatía y gran interés. Su carisma no ha podido ser opacado en ningún momento por la sombra de su padre Alberto Fujimori ni el pasado político que éste representa, el que alguna vez oscureció a ese país.

Bajo su lema electoral «KONTIGO», este spot es muy rítmico y va a acompañado por una narración en voz en off de la misma candidata, atribuyendo sentido de responsabilidad y compromiso, con un toque maternal.

Asimismo, su campaña va acompañada por una canción electoral en la cual se destaca la percusión y un coro de voces mixtas en su instrumentación, que denota mucha energía y fuerza. Este tipo de canción por su contenido rítmico, produce un gran efecto en actos públicos y tiende a volverse contagiosa y viral.

Justo Morao

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La desventaja de Chávez al hacer campaña electoral a distancia

El impacto de la imagen y la presencia de un candidato entre la gente, potenciales simpatizantes, componen los elementos más importantes en una campaña electoral. Un candidato que se deje ver ofreciendo un discurso público o el puerta a puerta, que destaque su presencia pública, aumenta las probabilidades de su reconocimiento entre el electorado y, a la vez, abre el camino para comunicar claramente sus propuestas sobre los temas de interés (issues).

El caso electoral del presidente Hugo Chávez en el 2012 se ha desarrollado en condiciones muy particulares.

Por una parte, el presidente en función es el que opta por la reelección, que debido a la cabida mediática que ha tenido por más de una década, se mantiene posicionado en el nicho electoral, es decir, tiene un excesivo reconocimiento por parte del electorado venezolano.

Normalmente, cuando un candidato es joven en la política, o cuando, a pesar de tener mucho tiempo, ha estado en cargos no muy visibles al público, necesita ser reconocido por los electores, que ellos repitan y se aprendan su nombre, caso que no ha sido el de Chávez. Sin embargo, aún en la palestra pública, la distancia que pueda producirse, por alguna circunstancia, por parte del candidato podría causarle perjuicios en su imagen al producir, por este hecho, la sensación de alejamiento de las causas o abandono al elector, más aún si se produce un contraste abrupto entre la mucha presencia mediática, alto perfil, a una irregular o poco frecuente, bajo perfil. Tal grado de ausencia puede generar en el elector una imagen de poco interés del candidato sobre los temas que agobian a determinadas comunidades y, en general, para ser percibido como que la única meta de éste se centra en llegar al poder sin importarle nada más.

Sin juzgar sus intenciones y su condición, el presidente Chávez tiene algunos elementos en su contra que pueden afectar su imagen en los próximos comicios de 2012, entre otros: 1) su enfermedad, que le impide tener presencia en la calle, la cual hace reflexionar al elector sobre su desempeño futuro; 2) el deterioro de la economía nacional que influye en las expectativas de calidad de vida de los electores; 3) la corrupción administrativa que parece indetenible y que goza de mucha impunidad; y 4) la inseguridad personal que afecta y mantiene a la población azotada.

En este sentido, la ausencia de Chávez en la calle disminuye las posibilidades de que el elector sienta que sus carencias son importantes. Estar dando ordenes a «control remoto» resulta chocante a la población electoral, significa distanciamiento. La percepción del elector es muy sensible con estos sutiles detalles, porque inconsciente se le está pidiendo algo que le pertenece, un voto, que en situaciones de ansiedad se vuelve aún más preciado y que no dará tan fácilmente por una orden de solidaridad. Por otro lado, los spots y las intervenciones de la oposición se sienten aventjadas en presencia de calle y las propuestas son menos rígidas y más frescas en estilo comunicacional.

La últimas intervenciones del presidente Chávez se han basado en un estilo que se llama en el argot del cine y la televisión, de «voz en off», que es meramente explicativo e impersonal, que mientras en la imagen se visualiza a alguien más haciendo una acción determinada, de la nada sale una voz cuya fuente no es visible en la escena, que sirve para remarcar lo que hacen los sujetos. Eso se ha visto constantemente en ruedas de prensa con ministros, en locuciones del vicepresidente, en consejos comunales, noticieros, etc; que muestra que alguien lo hace y otro supervisa y da el visto bueno a distancia.

A continuación, transcribo de mi libro un extracto que explica brevemente el concepto de «voz en off».

«Comentarios: se refiere a un elemento tradicional no diegético, que no depende de la acción de la pantalla (Chion, 1997), es también llamado la voz en off, es decir, la voz que se escucha fuera de la escena. Tiene por características: servir de apoyo a la imagen, sin denotar, ni anticipar, ni rememorar imágenes de la escena. Es utilizado para proporcionar información al espectador de algo que sucede en la escena que sería difícil de comunicar a través de la imagen (Camacho, 1979). Asimismo, se puede decir que tal voz en off pertenece a uno de los personajes que participa en la acción dramática pero que no se ve en la escena.»