Trump es el Presidente

Contra la mayoría de los pronósticos, el triunfo de Donald Trump lo ha convertido en el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos de Norteamérica. Esta noticia ha impactado a gran parte de la población de ese país; y a otros tantos en diferentes naciones del mundo.

Luego de una feroz campaña electoral muy cerrada según las encuestas, que en las últimas semanas aventajaban a su contrincante demócrata Hillary Clinton, la sorpresa fue contundente. Ni siquiera una campaña publicitaria que incluían las recomendaciones de líderes de opinión, artistas, músicos, expresidente y hasta el propio presidente Barack Obama, cuya idea fue la de proponer y exaltar la experiencia política y la continuación de los planes trazados por los demócratas en los últimos ocho años, pudieron contra el espíritu vengativo y nacionalista de la campaña de Trump. Tal resultado hizo temblar no sólo a los ciudadanos, sino a las economías mundiales, desajustando hacia la baja los mercados bursátiles.

Muchas son las preguntas que quedarán para los estudiosos de los temas políticos y sociológicos, sobre el triunfo que ha sido producto de un discurso tan radical, agresivo y violento desde el principio de la campaña electoral. Pareciera que la crisis económica y la migración han creado una nueva tendencia hacia el recogimiento, el nacionalismo y la falsa creencia que propone que al compartir un espacio con los que no son nuestros iguales o los que no tienen nuestras mismas tradiciones y pensamiento culturales, puede traer más daños que beneficios.

El paradigma que ha existido en las últimas décadas es que en las democracias modernas, el voto suele ser más razonado cuando el elector siente que su seguridad puede estar comprometido, cuando el ciudadano común está a la defensiva por alguna situación que le cause alarma en su vida cotidiana. Es decir, el miedo o la ansiedad pueden sentar las bases para que un voto sea más razonado y no se deje llevar tanto por la emoción. Aún pienso que es así, pero tal vez lo que podría haber cambiado y esté tergiversando el ejercicio democrático para propósitos diferentes, se encuentre en las variables de las fuentes de información cotidiana y en el deterioro del nivel de educación.

Vemos ya casi sin asombro en los últimos años, a comienzos del «moderno siglo XXI», que  los líderes políticos han orientado su mensaje hacia el recogimiento social y económico más que a la expansión: Latinoamérica con sus líderes seudo-izquierdistas han tratado de encasillar su discurso dentro del nacionalismo, mucha retórica culpando a todo lo extranjero por entorpecer el alcance de los logros planteados a través de los siglos. El mismo fenómeno ocurre con la diatriba de algunos países europeos cuyos ciudadanos debaten incansablemente si estar dentro o fuera de la Unión, cuyo ejemplo más reciente se ve reflejado con el Brexit; y ahora en Norteamérica, el triunfo de Trump que no es más que el deseo de una mayoría de ciudadanos que quieren materializar un nacionalismo prometido en una campaña electoral.

Sin duda, la falta de entendimiento de las masas sobre la verdadera información política, social y económica; la superficialidad noticiosa que han creado las redes sociales a la cual se recurre; la inmediatez de las comunicaciones que van sustituyendo las prioridades de las noticias según su impacto haciéndoles perder la atención debida, pueden ser factores que inciden directamente en tomas de decisiones desatinadas que llevan al fracaso a una sociedad. Igualmente, el deterioro del sistema educativo, de oportunidades de ingreso a los centros de educación, de sus altísimos costos o la deserción escolar han influido directamente a la desgracia de naciones enteras y a la creación de falsas creencia fundamentadas en la ignorancia, las cuales muchos políticos toman para lograr sus ambiciones particulares.

Tal falta de criterio puede llevar a que un instrumento tan poderoso para la democracia como lo es la institución del voto, pueda servir sólo para convertirse en un «voto castigo», un voto de venganza, y no para expresar un deseo de bien común.

En diversos estudios sobre comunicación realizados a mediados del siglo XX, se fueron despejando dudas sobre si era posible realizar un «lavado de cerebro» a las personas, si eran susceptibles de manipulación al antojo de alguien más. En el desarrollo de tales estudios se ha podido mostrar que los seres humanos no pueden ser manipulados como unos autómatas sin razonamiento, sino que, descrito aquí a grandes rasgos, la mente humana dentro de un proceso comunicacional, al recibir un mensaje, éste no opera unilateralmente desde su fuente, sino que es recibido, descodificado y aceptado a través de la comprensión, la cual genera una respuesta (feedback) positiva o negativa. En todo este proceso se genera también un fenómeno llamado «interpretación selectiva» que sucede cuando tal mensaje está en sintonía con nuestra educación, valores, predisposiciones o creencias.

Es allí donde el mensaje político, como cualquier otro tipo de mensaje en la comunicación humana, puede calar en un cierto tipo de votante o elector. Es decir, no es que la figura política puede mandar a otra persona como a un autómata a que realice tareas sin su consentimiento, es algo distinto. El político habilidoso puede llegar a comprender lo que al elector promedio le inquieta, a través de encuestas y sondeos, para poder armar un entramado discursivo, un mensaje político, que enganche y cause empatía dentro de un grupo determinado.

Indudablemente, la aceptación del mensaje electoral y la imagen política de un candidato no depende sólo de su propia personalidad e histrionismo, sino de lo que el receptor también percibe y acepta, quien se identificará con tal discurso o mensaje, que al final son sus propias y más profundas creencias, valores y predisposiciones que al ratificarse pueden llegar al punto de volverse una verdad absoluta.

Durante la campaña electoral estadounidense de 2016, Trump con un discurso pendenciero, arrogante y poco elegante, supo decir lo que su audiencia quería escuchar, quizás dirigido principalmente al votante promedio poco informado, inmediatista e incapaz de ver matices, que contrastaba enormemente con el mensaje de Hillary Clinton, quien proponía cambios con esfuerzos más a largo plazo y también con revisiones y perfeccionamientos de los programas y políticas públicas que ya había implementado el presidente Obama, los que habían sido duramente criticados.

Sólo el tiempo nos dirá si ganó la opción de la insensatez o quizás éste sea un sorprendente capítulo democrático en la historia de ese país y se logren metas positivas a muy corto plazo. Los primeros cien días de gobierno serán determinantes. Estemos muy atentos entonces.

Justo Morao

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Hillary lanza un fulminante spot electoral para dar el ejemplo

El equipo de asesores de la candidata demócrata Hillary Clinton ha lanzado un fulminante spot televisivo donde aprovecha a su favor los mensajes electorales negativos de su contrincante político Donald Trump, quien de manera constante ha divulgado con una gran carga de intolerancia racial y étnica. Un elemento interesante en este spot es la inclusión de niños como espectadores del mensaje de Trump, los cuales observan detenidamente y sin filtro aparente, las vociferaciones sin ningún recato del candidato republicano.

En la historia de la publicidad la imágenes de niños causan mucho impacto en la audiencia. Se podría decir que parte de lo que nos hace humanos es reaccionar con empatía y atención ante la ingenuidad de un niño; asimismo nuestro instinto de padres nos hace actuar ante una situación que implique rescatarlos, ayudarlos y defenderlos de cualquier tipo de peligro inminente, así no sean nuestros propios hijos. Se trata de un código que se aloja en nuestra inconsciencia humana más primitiva que conduce a la conservación de la especie.

Una cosa es que el candidato Trump no tenga pudor en exponer su manera de pensar tan gráfica y ofensiva abiertamente que bien podría ofender a algunas sensibilidades en persona adulta o grupo en la comunidad, pero otra muy diferente es que los niños puedan estar expuestos a una ideología tan agresiva y violenta sin entender el verdadero fondo de tales mensajes, eso de seguro alteraría a cualquier adulto responsable.

Role Models es un spot que pretende mostrar que el camino que desea recorrer el candidato Trump podría dejar secuelas morales entre los más vulnerables de una sociedad, los que crecerán y serán los hombres siguiendo un patrón de conducta violento e inapropiado. Aquí, Hillary Clinton se para con firmeza para advertir que los políticos son los que deben dar el ejemplo de una sociedad para que sea tolerante y justa para todos; pone de manifiesto la responsabilidad que tiene su propia generación para que los jóvenes puedan sentirse orgullosos de su legado.

Tal spot va acompañado dramáticamente por un fondo musical de balada, un piano en ritmo lento que evoca la canción Let it be de Los Beatles, la cual podría estimular un llamado a la reflexión de la audiencia y quizás podría producir un ánimo de tristeza o decepción al mezclarse con las imágenes. Al final del spot se muestra la leyenda: «Our children are watching. What example will we set for them?» – «Nuestros hijos están viendo – ¿Qué ejemplo le daremos?» – . Esto es un potente mensaje que sin lugar a dudas hará reflexionar al ciudadano más radical, el cual podría generar un voto más razonado en las venideras elecciones de ese país.

Ya en 1964, en la contienda electoral de Lyndon Johnson y Barry Goldwater, se utilizó por primera vez esta técnica de un spot televisivo para darle la vuelta al discurso violento del contrincante político y sacarle ventaja a favor del otro, donde también se utilizó a una niña en el mensaje electoral que alertara a la audiencia para que pudiera lograr una reacción que hiciera razonar mejor su voto. Aunque el spot (Daisy spot) atemorizó a todos y fue sacado del aire el mismo día de sus transmisión, podría decirse que causó el efecto deseado en la audiencia.

En mi opinión, Role Models es una de las piezas publicitarias más sólidas y contundentes de las últimas campañas electorales presidenciales que han tenido lugar en Estados Unidos. Seguramente influirá en la opinión política y en el voto de la población electoral de 2016.

Justo Morao

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Donald Trump – Issues de campañas basados en el terror

En enero de 2016, Donald Trump lanza al aire su primer spot electoral cuyos prinicipales issues de campaña son el terrorismo y la inmigración ilegal. Este candidato aspirante a la nominación del partido Republicano pone en relieve que la culpa de todos los males que aquejan a ese país se debe al manejo populista y débil de la administración de Barack Obama, que ha traído como consecuencia el aumento de las amenazas externas y el debilitamiento de la economía.

El spot muestra imágenes de la pareja presidencia, los Obama, seguida de imágenes de individuos musulmanes y grupos islámicos; y también por ciudadanos mexicanos cruzando indiscriminadamente la frontera en una noche de redada. Dichas imágenes van siendo descritas y concatenadas por una voz en off que intenta justificar las razones de Trump, mientras son utilizados diversos recursos musicales que generan un clima de angustia y zozobra en tonalidades menores, que remiten a los programas de crímenes e intriga, cuyo final resuelve en una cadencia mayor cuando el candidato dice: «Haremos a América grande nuevamente», tal resolución le otorga una atmósfera agradable y un final esperanzador. Se debe mencionar que la estética de su producción, en imagen y sonido, se asemeja a la de los Teaser Trailers hollywoodense, los que intentan causar un fuerte impacto en la percepción de la audiencia.

No es la primera vez que se trata de aterrorizar a la audiencia en una campaña electoral, mientras Trump en 2016, propone con mucha agresividad y violencia, que la única manera de combatir estos problemas es a través de la mano dura sin descartar lo bélico, en 1964 los Demócratas utilizaron explícitamente esta estrategia a su favor tomando y exponiendo la agresiva conducta del candidato republicano Barry Goldwater, realizando el Daisy Spot, el cual causó pavor entre los electores de la época, los que exigieron que fuera sacado del aire el mismo día que se transmitió por primera vez.

A continuación, el primer spot electoral de la campaña de Donald Trump:

Justo Morao

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Efectos sonoros para dramatizar el mensaje electoral de un spot

En plena guerra fría el presidente estadounidense Ronald Reagan se lanzaba a la reelección presidencial en 1984, uno de sus grandes temas de campaña estaba referido a la seguridad nacional y, especialmente, el recelo contra el comunismo y el gran enemigo natural para la época, la Unión Soviética.

El equipo de campaña de Reagan puso al aire un spot en televisión nacional que causó muchos comentarios entre los electores que lo seguían y puso a reflexionar a otros indecisos sobre el delicado tema bélico, como lo fue «El Oso,  o también «El oso en el bosque».

Este spot electoral escrito y producido por el publicista Hal Patrick Riney, mostraba un protagonista inesperado que representaba a la Unión Soviética, un animal salvaje e impredecible, siendo el oso pardo el animal emblemático de Rusia. Con una voz en off masculina que servía para remarcar la leyenda y su moraleja, se sugería que el único que era capaz de afrontar tal situación de incertidumbre sobre la seguridad norteamericana era el candidato a la reelección Ronald Reagan. Al final de la pieza podía leerse el eslogan: «Preparado para la paz».

La leyenda decía:

«There is a bear in the woods. For some people, the bear is easy to see. Others don’t see it at all. Some people say the bear is tame. Others say it’s vicious and dangerous. Since no one can really be sure who’s right, isn’t it smart to be as strong as the bear? If there is a bear.»

«Hay un oso en el bosque. Para algunas personas, el oso es fácil de ver. Otros no lo ven en absoluto. Algunas personas dicen que el oso es manso. Otros dicen que es cruel y peligroso. Ya que nadie puede estar realmente seguro que está bien, ¿no es inteligente ser tan fuerte como el oso? Si hubiera un oso. «

Para dramatizar aún más el mensaje que sugería la amenaza soviética de una manera muy poética e indirecta, el equipo de producción publicitaria agregó a la pieza un efecto sonoro de latidos de corazón que súbitamente se acelera al final del mensaje, al mismo tiempo le ha sido agregado de forma casi inaudible una música atonal, que no tiene resolución en ninguna tonalidad y que no posee ninguna melodía; que puede otorgar a la imagen una sensación de angustia e incomodidad para ser percibida por el espectador. Este spot pudo haber transformado el dramatismo publicitario en una inquietud nacional en aquel delicado momento de tensión que vivía ese país en su política exterior, la que los electores tomaron muy en cuenta al momento de votar.

En una campaña propagandística del año 1998 en Venezuela, se utilizaron las mismas herramientas sonoras de latidos de corazón y música atonal para enfatizar el dramatismo de un mensaje negativo sobre el candidato Hugo Chávez. A diferencia del spot de Ronald Reagan, el mensaje no contenía ni metáforas, ni sutilezas, sino que era directo, vulgar e impactante. Tal hecho resulto que muchos electores lo tomaran de forma muy graciosa omitiendo todo vestigio de impresión aterradora, esto debido al torpe manejo del lenguaje utilizado que contrastaba con los efectos sonoros, que sólo sirvieron para exagerar la situación jocosa. Otro segmento de la audiencia simplemente lo rechazó a primera vista por mostrarse agresivo y violento. Es decir, en el caso venezolano el spot no arrojó los resultados esperados por sus productores sobre el segmento al cual estaba dirigido.

Justo Morao

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Jeb Bush, la cara conciliatoria de los Republicanos

Entre los nominados para ocupar la candidatura del partido Republicano para las elecciones de Estados Unidos de Norteamérica en 2016, Jeb Bush se destaca por tener una sólida tradición familiar presidencial y prudencia en su discurso.

Importantes temas de campañas se debaten entre los postulados de ese partido, principalmente los referidos a los de la seguridad nacional, a la inmigración Latinoamericana, a la construcción de muros fronterizos y a la reestructuración de la industria interna y su fuerza laboral nacional.

Mientras los postulados debaten la necesidad de deportar a los inmigrantes Latinos y limitar sus oportunidades; inclusive abogan sobre la disminución de la interacción de su cultura y el uso del Español como segunda lengua en el país, Jeb Bush se abre camino con su pausado y moderado discurso que, aunque él mismo afirma ser un Republicano cabal de formación conservadora de familia, sorprende a todos con su carismática presencia conciliadora entre sus más fieros contrincantes.

Bush, por estar casado con una mexicana-americana, está no sólo empapado de la cultura latina sino también del idioma Español, el cual habla fluidamente con perfecta pronunciación. Este hecho junto con su aspecto moderado, le da una ventaja sobre los millones de ciudadanos americanos con ascendencia Latina que piensan que son rechazados por sus propios políticos y su propia sociedad.

Los asesores de la campaña de Jeb Bush han hecho una obra magistral de la segmentación del mensaje político donde el propio postulado le habla directamente a su posible elector Latino, rompiendo las barreras del idioma y dejando entrever su afinidad con la cultura hispana, lo que sugiere una promesa de bienestar para el futuro.

Sin duda este excelente spot electoral, con fondo de música emotiva que combina un piano eléctrico haciendo un leve ostinato melódico acompañado por una orquesta de cuerdas con una repetitiva pero agradable progresión armónica, muestra una excelente imagen de Bush en paz con la comunidad Latinoamericana que seguramente le dará excelentes resultados; una técnica que supo aprovechar el presidente Barack Obama en su última campaña y que subestimó Mitt Romney, junto con los Republicanos, utilizándola de forma muy negativamente en el 2012.

A continuación: Todos somos América – Jeb Bush

Justo Morao

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Bernie Sanders, el elocuente que le gana terreno a sus contrincantes

Bernie Sanders, que ha sido senador por el Estado de Vermont desde 2007, ha manifestado su intención de lanzarse al ruedo presidencial de los Estados Unidos en la próximas elecciones de 2016. Se autoproclama como independiente y socialdemócrata de corte progresista, cuyos temas principales de campaña se fundamentan en la igualdad, la justicia y la no violencia. Sin embargo enfrenta una dura batalla contra Hillary Clinton por la candidatura del partido Demócrata.

Su discurso puede ser muy peligroso para cualquier rival. Habla claro y directo sobre temas que conciernen a todo el electorado referentes al costo de la vida, las dificultades laborales de la clase media, la redistribución de los recursos militares que él considera innecesarios para mejorar condiciones sociales de los más necesitados, lo que hace que algunos lo tilden de gran populista.

A nivel de imagen, este político es muy congruente con su discurso. Hace una campaña presencial entre sus seguidores, muy austera, sin rimbombancias publicitarias y sin poses, lo cual podría darle una ventaja con su audiencia durante los periodos de dificultades laborales o de seguridad social que pueda estar pasando ese país, cuando el voto se hace más razonado y menos emocional. Sanders habla directo y su estilo de ataque a sus contrincantes se centran en hacer pensar y comparar las promesas de aquéllos con un escenario realista. Es un candidato que se postula con palabras esperanzadoras para la gran clase obrera estadounidense.

Sus spots están enfocados a mostrar extractos de sus discursos progresistas, que no siguen los patrones de un solo tema de campaña a la vez, como era tradicional desde 1952, sino que más bien habla y entremezcla varios temas. Tales spots lucen naturales, la mayoría no tiene música definida, sólo un efecto orquestal casi inaudible que evita el silencio total en el discurso del candidato y que le otorga un aire dramático a la escena. A diferencia de sus contrincantes, Bernie Sanders se vende como un candidato con mucha sustancia y sin extravagancias superficiales.

Justo Morao

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Historia de vida – Los spots que tocan el corazón del electorado

Una de las estrategias más efectivas en las campañas electorales de diferentes épocas, ha sido utilizar los llamados spots de historias de vida. Estos pueden presentar a los candidatos en un plano emocional más íntimo con sus simpatizantes y también puede dar a conocerlos mucho mejor ante los nuevos votantes.

El spot llamado EsperanzaHope – de Bill Clinton de la campaña del candidato de 1992, nos da un ejemplo importante sobre el efecto que se pretende obtener con el uso de la empatía.

En un minuto se muestran imágenes del candidato en su infancia y con su familia en su pueblo natal Hope, ubicado en Arkansas, tratando de mostrar que es un provinciano criado con valores tradicionales. Inmediatamente se ven imágenes de su juventud cuando conoció al presidente John F. Kennedy lo cual puede crear en la mente del espectador que existe un fuerte sentido de compromiso en cuanto su identidad partidista demócrata y su motivación para convertirse en un servidor público desde temprana edad. Se muestran imágenes de su gestión como gobernador enumerando algunos de sus logros sociales. Resume al finalizar el spot, su firme intención de llevar «esperanza» a cada uno de los ciudadanos de la nación.

Se escucha una balada instrumental del estilo propio de finales de los ochenta y comienzo de los noventa desde el inicio del spot, ejecutadas en pads de pianos eléctricos de estilo FM, que sirve de marco para el propio candidato narre su vida y sus aspiraciones convirtiendo el spot en un viaje nostálgico y retrospectivo, pero a la vez, con un norte muy definido sobre sus aspiraciones.

A continuación: Hope de Bill Clinton, 1992.

Justo Morao

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Hillary empieza su candidatura con buen pie

Con una imagen fresca y moderna la candidata Hillary Clinton anuncia su candidatura el 12 de abril de 2015 de una manera extraordinaria. Su imagen política que se ha caracterizado por ser muy formal y conservadora se ha transformado en la de una mujer atrevida con un mensaje directo y actual a la ciudadanía.

La imagen gráfica de su campaña, la «H» cruzada por una flecha apuntando hacia la derecha crea la sensación de la idea de avance, que conecta la idea de «un paso más» del actual presidente Barack Obama, quien tuvo la palabra «forward» (adelante) como lema de campaña. Ahora Hillary se compromete aún más con su lema de su isologotipo: «Hillary for America» (Hillary para Norteamérica).

Su spot «getting started» (empezando) refleja la Norteamérica moderna, de madres solteras, de inmigrantes con deseos de superación, de jubilados deseosos de proseguir, de preferencias sexuales y de ciudadanos de clase media dispuesto a seguir trabajando y enfrentando nuevos retos. Hillary se postula como la vocera y representante de todos estos valiosos ciudadanos con una frase o lema de campaña desafiante:

«Everyday Americans need a champion—and I want to be that champion»

(Todos los días los norteamericanos necesitan un ganador – y yo quiero ser esa ganadora)

Las imágenes del spot de diferentes ciudadanos construyendo sus vidas van acompañadas con ritmos modernos de funk, muy percusivo, que va cambiando a solo un fondo repetitivo de armonías entre dominante y tónica sin melodías que distraigan el mensaje directo que transmite la candidata. Este tipo de música rejuvenece y llena de energía la imagen de Hillary como también a su mensaje, proyectando optimismo y seguridad.

Justo Morao

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Propaganda negativa en la campaña de Mitt Romney

En un artículo anterior se ha comentado la importancia que ha tenido el voto latino en las elecciones presidenciales de 2012 en Estados Unidos de América, para el fin de captar el voto se produjo una serie de spots electorales por parte de los Demócratas segmentando el mensaje hacia esa importante comunidad. Tanta consideración se tuvo al proyectar el mensaje para crear tal acercamiento, que uno de dichos spots fue realizado totalmente en Español en palabras del propio candidato a la reelección Barack Obama.

Asimismo, se produjo un spot por parte del Partido Republicano, dirigido también a la comunidad latina, también en Español, pero con una carga muy negativa. Es decir, se extrajeron declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, donde sólo expresaba su simpatía personal por Obama en una de sus tantas alocuciones televisivas domésticas, como también las declaraciones de Mariela Castro, hija de Raúl Castro, las cuales ambas fueron colocadas por los productores del spot en un nuevo contexto para dar la sensación de la existencia de una empatía ideológica recíproca por parte del candidato Obama. Es decir, es un spot negativo que evoca sentimientos e ideas previamente aprendidas sobre aquellos personajes y su vinculación al totalitarismo y al comunismo para que sean asociados a este nuevo contexto de manera irracional. Esto no es nuevo por parte de los Republicanos, en el 2008 lo hicieron con el spot «Celebrity» que trataba de generar la idea de que Obama era un político muy superficial.

En el clima publicitario de guerra sucia y la propaganda negativa, cuando los argumentos en contra de un político o figura pública se hacen débiles y tratan de introducirse sólo a través de la emoción, puede resultar que este tipo de publicidad negativa favorezca aún más al candidato que se pretende perjudicar. Asimismo, en este spot, el fondo musical utilizado, al estilo de música atonal, genera ansiedad inconsciente en el receptor del mensaje, que generalmente produce un rechazo del mensaje.

A continuación: «Chávez por Obama»

Justo Morao

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Si la montaña no va a Mahoma… Segmentación del mensaje electoral

A pocos días de la elección presidencial en Estados Unidos de América, el martes 6 de noviembre de 2012, se ha difundido un interesante spot electoral donde el propio Presidente Barack Obama pide la confianza y el voto de la comunidad latina de ese país, con la particularidad de hacerlo en su propio idioma, en Español.

Es muy curioso ver esta clase de spot electoral, que manifiesta una ingeniosa estrategia de publicidad electoral que aprovecha la ventaja de que la mayoría de dicha comunidad, así como la afroamericana, siente una gran empatía por Barack Obama. Este estilo de mensaje segmentado no deja dudas sobre la intención de acercamiento y el buen rapport que desea generar un líder político que propone cambios positivos entre las minorías sociales. Es decir, es un mensaje que va dirigido a un sector específico del electorado.

Como en otros spots, el Presidente Obama habla directamente a la cámara, utilizándose la técnica cinematográfica del primer plano.

A continuación: Un mensaje especial para la comunidad latina del Presidente Obama

Justo Morao

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