Chávez, la leyenda épica a través de la producción cinematográfica

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En momentos de profunda crisis social, económica y política que ha vivido Venezuela durante los últimos años, acentuada en los primeros meses del 2014, el gobierno de Nicolás Maduro ha recurrido reiteradamente a la figura de Hugo Chávez como un catalizador de masas, para apaciguar las pasiones que puedan desbordarse en la población debido a indicadores sociales como la inseguridad personal, la escasez de medicinas y alimentos; que apelan a sentimientos de sacrificio y obediencia a la «revolución» que se inició en 1999.

Al gobierno de Maduro le cuesta dar su brazo a torcer para reconocer los gravísimos errores de su mandato, que se vienen arrastrando desde el gobierno anterior; y en su lugar han aprovechado las fechas conmemorativas para promover la figura de Chávez a través de los medios estatales como una forma de activar las lealtades partidistas, exaltando la figura del fallecido mandatario para que sea percibido como un personaje histórico comparable a un prócer antiguo con la idea de desviar la atención de los verdaderos problemas sociales por los cuales pasan sus propios simpatizantes y la población en general.

No es la primera vez que la propaganda gubernamental ha servido para promocionar la imagen presidencial durante el largo gobierno de Chávez, pero fue desde abril de 2012 que se destacó una marcada tendencia publicitaria que exaltaba de modo exagerado la imagen de Hugo Chávez, el cual fue proyectado como un héroe inmerso en un realismo mágico donde se confundía el mito y la leyenda, que ahora, después de fallecido, se ha pretendido potenciar a niveles de adoración desmedida, como si el modelo político venezolano estuviese conformado por una teocracia donde los ciudadanos son súbditos de un líder político-religioso, o como si el credo del simpatizante fuera una religión política en un Estado fundamentalista.

Al cumplirse el primer aniversario de su muerte, el gobierno de Maduro promueve la imagen de Chávez como la de un héroe independentista supranacional, inspirador de multitudes a cuya memoria se le debe respeto y obediencia para no dañar su sacrificio de vida, otorgándole la categoría de «nuestro libertador». Esto se debe a una estrategia que pretende llamar a la militancia para que esté alerta a cualquier cambio súbito que amenace al actual gobierno, usando la figura de Chávez como un compilador de lealtades que avive la conexión emocional que los sectores populares alguna vez tuvieron con éste a través de símbolos de identidad, los buenos recuerdos del pasado, sus anécdotas y su carisma, que ya no van acordes con la realidad de los actuales momento.

logotema-5marzo-2014Durante la última campaña electoral de Chávez fueron utilizadas técnicas publicitarias y cinematográficas que reforzaban ese carácter heroico, spots electorales que parecían trailers de películas de acción. Ahora en 2014, es lanzado al aire un spot gubernamental que contiene también técnicas promocionales de «movie trailers» que asemejan páginas de libros de historia con estética de novela gráfica, banderas venezolanas y cubanas entre la multitudes lejanas que mezclan momentos modernos, efectos lumínicos, frases icónicas y personajes infantiles representando el futuro por medio de figuras históricas reconocibles. Todo el spot va narrado con una «voz en off» que dramatiza y remarca cada escena además de un fondo musical orquestal sinfónico que otorga carácter épico y solemne a las imágenes.

A través de la repetición constante, este tipo de producción publicitaria, junto con documentales, películas y otros materiales propagandísticos, pueden ser capaces de crear en la mente del espectador una idea cargada de tanta emoción que con el tiempo pueden llegar a significarle la pérdida verdadera de un héroe latinoamericano cuyo legado quedará para ejemplo de las próximas generaciones.

Tal spot cierra con un nuevo logotipo alegórico de los tantos que han sido excelentemente diseñados para reforzar las campañas personalistas de Chávez por parte del gobierno, con el lema: «Yo soy Chávez».

Justo Morao

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Spot del Vergatario – Parodia discriminatoria con burla disimulada

En el mes de abril de 2013, se ha difundido en Venezuela a través de diferentes medios audiovisuales y bajo el amparo del artículo 10 de la Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión (RESORTE), un spot promocional de la más reciente versión de un dispositivo móvil que el difunto presidente Hugo Chávez bautizaría hace un par de años atrás como el «Vergatario». Este teléfono celular en cuestión tiene la característica de estar al alcance de la población a un costo muy económico, teniendo en cuenta la idea del fácil acceso a las telecomunicaciones de todos los ciudadanos. Dicho spot sólo promociona el artefacto mencionando que «estará disponible en las tiendas Movilnet», compañía telefónica del Estado que compite directamente con otras compañías privadas como Movistar y Digitel en el territorio venezolano.

El spot, más que promocionar el artefacto de bajo costo y alta tecnología para todo público, toma un tinte político pudiendo causar una cierta incomodidad en el manejo comunicacional de su trama, además de su reiterada difusión en los medios de comunicación, de forma gratuita, considerándose como competencia desleal sobre sus competidores privados en el mismo ramo.

En la imagen aparece un joven rubio de ojos claros que posee a la vista dos teléfonos móviles diferentes, en uno suena como «ringtone» la canción de campaña «Hay un Camino» del candidato opositor Capriles Radonski, pero en forma de parodia, al estilo de los personajes infantiles «Alvin y las ardillitas», hecho que bien podría tomarse como un abierto tono negativo de burla hacia los simpatizantes y el mismo candidato. El joven al contestar no puede escuchar a su interlocutor y pide que lo llame por la otra línea telefónica.

Al sonar su segundo teléfono celular se escucha como «ringtone» el Himno del partido político «Acción Democrática», el que ha sido un férreo contrincante y opositor al gobierno de Chávez y, ahora, al de Nicolás Maduro. Es decir, a través del elemento sonoro del spot se puede inferir que el joven de la trama se identifica con la oposición sin hacer mención alguna de ello. Éste contesta y también se le hace difícil escuchar y comienza a quejarse de los servicios de comunicación, por lo que pide llamar él mismo y saca un tercer teléfono escondido en su bolsillo con el cual sí logra comunicarse perfectamente.

Aparece otro personaje en la escena, una mujer morena vestida de rojo quien le dice al joven rubio que no le dé vergüenza mostrar y usar su «Vergatario», porque ella, siendo del «pueblo» también tiene uno; así lo muestra en primer plano a la cámara.

Ahora bien, este spot tiene un gran contenido simbólico que podría traspasar los límites de la ética y del respeto que tanto ha pregonado el gobierno de Chávez (y ahora el de Maduro). El lenguaje cinematográfico utilizado pretende hacer ver las diferencias de clases sociales con dos personajes antagónicos en sexo, color de piel, forma de expresarse y atuendo. Es decir, se ha tratado de crear una idea ficticia de que existe una diferencia social, rico y pobre, oligarca y pueblo, burgués y obrero, delimitado sólo por el aspecto de los personajes; algo innecesario en un país multirracial como Venezuela y menos aún para promocionar la adquisición de un simple artefacto electrónico.

Asimismo, el hecho que se utilice los diferentes sonidos identificatorios de los partidos que se oponen al gobierno para simbolizar la mala calidad de los otros teléfonos y sus compañías privadas, pretende descalificar la calidad del servicio de sus competidores, al igual que destaca la estupidez por la «pésima» escogencia y la necedad de sus usuarios al continuar bajo sus cláusulas.

Finalmente, como hecho picaresco, se observa en la trama que el joven al sacar del bolsillo un «Vergatario» para conversar con tranquilidad, acepta y reconoce de manera tácita el excelente servicio que presta el gobierno, quizás en más aspectos que solo en las telecomunicaciones; y que su conducta pretensiosa es de alguna manera inducida por presiones su entorno social, hasta que la mujer lo descubre y le dice que se libere y que deje la vergüenza.

Muy controversial, por el hecho que el gobierno no muestra las ventajas del producto a su potencial comprador, sino que lo critica, lo estereotipa y se burla por ser diferente. Lo condena de alguna manera por no usar sus productos y servicios, pero con una forma de comicidad criolla que los simpatizantes del oficialismo han estandarizado y han aceptado como válida entre ellos.

Se muestra el comercial del «Vergatario 3»

El «ringtone» de un aparato telefónico móvil es el audio de «repique de llamadas» que su propietario le programa como sonido característico. En el caso de la compañía de teléfonos Nokia, éstos traen de fábrica el logotipo musical de la marca, pero tales sonidos pueden ser personalizados, para darle un toque único y reconocible al recibir llamadas en zonas concurridas.

El siguiente video muestra el «ringtone» característico de la marca de teléfonos Nokia que traen de fábrica; y en el video posterior se muestra una rueda de prensa del mismo mes de abril de 2013, del Ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, junto al Canciller venezolano Elias Jaua, quien es llamado e interrumpido telefónicamente desde el primer minuto y en reiteradas ocasiones, oyéndose claramente el sonido identificatorio de su teléfono móvil perteneciente a la marca Nokia.

Estos personeros gubernamentales son los de más alto rango y han tenido cargos de gran importancia en los muchos años del largo gobierno de Chávez y ahora con Maduro. Es por ello que no se puede justificar que no tengan o no utilicen un «Vergatario» como parte de toda esa filosofía que quieren transmitir, como para darle el ejemplo de la eficiencia en los servicios del gobierno a sus ciudadanos, prefiriendo así un modelo telefónico importado quizás de mejor calidad del que promocionan.

Con este inesperado y, aparentemente, inofensivo incidente del Canciller, la frase de la mujer del spot: «…ay chico!, que no te dé pena, yo también tengo mi Vergatario» queda vacía y sin efecto ante el joven avergonzado de la trama, al igual que todo el contenido burlón del spot. Por tales hechos, el spot en cuestión revela su decidida y única intención de transmitir un mensaje político malintencionado, para nada comercial, ni conciliatorio, ni tampoco inclusivo.

Justo Morao

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Publicidad gubernamental bolivariana resumida en un spot televisivo

En junio de 2012, se difunde en los medios audiovisuales venezolanos un spot televisivo excelentemente logrado a nivel publicitario. Es una producción artística que contiene varios elementos de interés en la comunicación política efectiva.

Primeramente, es un spot que hilvana una historia de logros del gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez. La publicidad gubernamental está referida a la información que se imparte a los ciudadanos a través de diferentes medios, para mostrar los esfuerzos y los logros alcanzados en la gestión del gobierno en funciones. La historia (storyline) del spot comienza con una imagen desde el espacio exterior, un paisaje terráqueo y un diseño técnico realizado por computadora, referido al satélite Simón Bolivar cuya toma de cámara, en forma de seguimiento, baja a la tierra a toda velocidad, a Venezuela, para mostrar cada uno de los servicios públicos que provee el gobierno a sus usuarios, que va encontrando conexión integral con la cotidianidad de un ciudadano común en diferentes actividades de un día normal.

Algo interesante del spot es la infografía que acompaña las imágenes, que recalca cada logro que es mostrado en pantalla. Esto crea un efectivo elemento recordatorio y asociativo entre los usuarios de tales servicios y genera curiosidad entre los todavía desinformados.

Cabe destacar también que el fondo musical utilizado en dicha producción, como una de las funciones técnicas de la música en el cine para crea un efecto unificador de escenas, es la canción popular más querida de Venezuela, el «Alma Llanera» de Pedro Elías Gutiérrez, arreglada para la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, dirigida por el maestro Gustavo Dudamel. Este arreglo orquestal remarca la intensión de venezolanidad del spot y, aún más, hace referencia también al apoyo gubernamental al Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles creado por el maestro José Antonio Abreu.

El spot finaliza con una escena que remite al «Corazón Venezolano«, que es la nueva imagen de mediados del 2012 que ha adoptado el gobierno de Chávez para unificar su propaganda política que, en mi opinión, se convierte en resonancia electoral. De ello he comentado extensamente en artículos anteriores.

Este spot ha sido realizado por Humana Cooperativa Audiovisual, con una excelente edición, sincronía y acabado en cuestiones de imagen y sonido; bajo la dirección cinematográfica de los hermanos Daniel y Juan Carlos Yegres Richard.

Asimismo, se muestra otro spot que, a pesar de haberse producido primero que el anterior, funciona como secuela de la historia. Éste ha sido realizado con los mismos recursos técnicos y cinematográficos; y ha estado al aire, en los medios de comunicación venezolanos, durante el mes de julio de 2012.