Un logotipo o imagen de marca produce alcances y resonancias insospechadas en el inconsciente colectivo. Autores como Joan Costa y Axel Gryspeerdt, entre otros, comentan que el impacto de una marca de producto, a través de su logotipo, puede transmitir la filosofía de la empresa o los fines de una institución y, a través de la repetición, puede adentrarse en nuestras mentes y permanecer en nuestra memoria por toda una vida; sólo bastaría un pequeño recordatorio para evocar dicha imagen y todo su significado. Diversos ejemplos pueden darnos una idea de ello a través de la historia de las marcas y de la publicidad: Coca-Cola, Pepsi, Oscar Mayer, McDonals, Michellin, FedEx, entre muchos otros.
En estas creaciones del ingenio artístico, como son los logotipos que identifican una marca, un producto, una empresa o institución, el juego entre la forma, el color y la textura es fundamental, eso es lo que permitirá tener puntos identificatorios y focos de atención exclusivos para mostrar la intención que se intenta promover. Tal es el caso del cambio de imagen que se ha apreciado desde el mes de abril de 2012 en torno a las imágenes que identifican a las instituciones del Estado venezolano. Específicamente, la sustitución del logo Bicentenario por el de Corazón Venezolano.
El gobierno venezolano se ha esmerado, durante gran parte de su mandato, en darle sentido de pertenencia a su gestión a través de la publicidad; lemas como «Venezuela Ahora es de Todos» y «Gobierno Bolivariano» han sido acompañados con vistosos logotipos muy agradables a la vista. El logo del Bicentenario ha acompañado el rótulo de todos los mensajes gubernamentales desde el 2011, esto ha logrado posicionamiento en la audiencia y su presencia ha sido constante en medios escritos y audiovisuales. En particular, el logo Bicentenario remite a un evento histórico, es una silueta que proporciona un mensaje instantáneo, Simón Bolívar cabalgando a la América del sur, es alegórico y contundente, ideal para la conmemoración de una fecha tan importante para todos los países bolivarianos del continente.
Ahora bien, a partir de abril de 2012 la política comunicacional gubernamental ha dado otro cambio de imagen, es la aparición del lema y logo «Corazón Venezolano«, que convenientemente se ha hecho público a seis meses antes de las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012. Esta nueva imagen es sencilla y elegante, como podemos transcribir del propio «Manual de Imagen de Gobierno – Período 2011-2012» que esta disponible al público y puede descargarse de la página del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información – MINCI, menciona la descripción de esta excelente imagen:
«El identificador propuesto es sencillo. Se basa en una cinta que en su recorrido tricolor genera una estrella de notable singularidad. Su perspectiva otorga un sentido de progresión, de dirección hacia arriba y adelante»
Asimismo podemos citar, de la página 10 de este manual, el concepto y la filosofía que se pretende transmitir con dicho identificador:
«Se identifican los siguientes elementos conceptuales y/o atributos de identidad importantes para construir el lema de imagen de gobierno:
OPTIMISMO: Debe ser esperanzador. La fe en la victoria de nuestros propósitos debe estar implícita.
INCLUSIÓN: Apropiarse de la palabra Venezuela como llamado a la unión, ante la manipulación tendenciosa del término unidad, por parte de la ‘Mesa de le derecha’.
TRABAJO PERMANENTE: Trasladar la percepción de sostenibilidad y continuidad en la gestión del gobierno. Ya hay una obra hecha, ahora vamos por más.
CREÍBLE Y ORIGINAL: Debe constituir novedad dentro de la amalgama producida por el acumulado de mensajes y signos de las comunicaciones provenientes del Gobierno.»
Esta nueva imagen de identidad del gobierno venezolano es magnífica en su diseño, forma y filosofía. Esta sirve para complementar la publicidad gubernamental o institucional, que acompaña los logros de su gestión, que informa a los ciudadanos y que identifica al gobierno. Sin embargo, el lanzamiento público de esa nueva imagen pudo haber generado significados ambiguos en su intención desde un principio.
A través de los medios audiovisuales estatales se transmitieron, diarias e incontables veces, diversos spots televisivos que mucho distaban de pertenecer a la forma de publicidad gubernamental o propaganda institucional tradicional. Su diseño estaba dirigido a exaltar la figura presidencial con intenciones exclusivamente electorales. La letra y la música pretendían asociar ese lema, «Corazón Venezolano«, directamente con la imagen del presidente Chávez. En el juego de asociaciones publicitarias, esto tiene la finalidad de relacionar todos estos elementos para que, una vez interpretado y guardado en la memoria de la audiencia a través de la repetición, pueda servir como símbolo evocador y estimulante asociativo para reiterar la presencia del candidato oficialista cada vez que se vea esta imagen en la propaganda gubernamental televisiva, en cine, en vallas, prensa escrita, internet y hasta en cadenas a nivel nacional. Es pura propaganda electoral por emplazamiento .
En un artículo anterior se analizan los spots televisivos de la serie «Corazón Venezolano» que pretenden la exaltación de la imagen presidencial reforzada con inspiración musical.