A raíz del primer debate entre los candidatos, Barack Obama y Mitt Romney, en la carrera presidencial del 2012, se difundió un spot electoral que pretende ridiculizar la propuesta de Romney que, entre otros recortes presupuestarios, busca eliminar subvenciones «innecesarias» a la televisión pública, con contenido social, no comercial y netamente educativo, dirigido a público mayormente infantil y juvenil, alegando gastos superfluos que inciden en la economía de Estados Unidos de América. El candidato Romney hace mención de que a pesar de que le gusta «Abelardo» – Big Bird – del popular programa educativo infantil Sesame Street o Plaza Sesamo así conocido en habla hispana, él no continuará apoyando en su gobierno, de resultar electo, el financiamiento a la televisión pública.
Lo interesante del spot es que resalta que el candidato Romney omite hechos que sí pudieron haber influido en la debacle económica que indudablemente han afectado la vida del ciudadano norteamericano. Se hace una parodia de que el culpable y jefe oculto de las estafas económicas no se encuentra en Wall Street, sino en Sesame Street; y éste es Big Bird; así que «Romney perseguirá a los enemigos no importando dónde se aniden».
El mensaje del spot se refuerza con una voz en off que describe las escenas otorgándoles un sentido dramático, acompañado con música cinematográfica de «suspense», de historia policiaca, con un fuerte contenido emocional que contrasta con las imágenes del personaje emplumado, creando así en el receptor del mensaje una sensación humorística a través del sarcasmo, que se asocia al candidato en cuestión, aminorando así la importancia que éste trató de dar al tema o issue de su discurso.
Este recurso en el spot publicitario electoral pretende sacar provecho de una frase errónea, ridícula o apresurada que haya dicho una figura o personero político para desprestigiar; y usarla en otro contexto que favorezca a quien se pretendía perjudicar.
A continuación: «Big Bird»
Justo Morao
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