La música como fruto de procesos de cambios políticos y reivindicación social

La música ha sido parte protagónica e inspiradora de los procesos sociales y políticos de las sociedades a través de la historia, ha sido una de las formas de canalizar la voz de protesta que le puede gritar a una cultura invasora que aún se está de pie con la dignidad intacta. Muchos han sido los momentos de la historia en que la música ha mantenido el espíritu vivo a pesar de las adversidades, como lo fue el caso de la música sinfónica en la Rusia estalinista; la música del joven Dmitri Shostakovich, expresaba una crítica de modo patético y dramático sobre las atrocidades del régimen con un estilo único sobre tonalidades menores y disonancias estridentes. En ese mismo tiempo, grupos de resistencia armados en la Europa ocupada por los nazis cantaban la «Canción del Partisano» como himno a la dignidad humana que, a la vez, los alentaba y les otorgaba fuerza moral. Asimismo, en una época anterior, Frédéric Chopin, quien estuvo desterrado de su amada Polonia, paso su vida en Paris dando renombre a su país a través de sus extraordinarias composiciones pianísticas, enalteciéndolo y creando una consciencia nacional de resistencia contra los invasores. Ludwig van Beethoven supo representar en la única ópera que escribió, Fidelio, el tema del amor de una mujer, Leonora, quien pasándose por hombre y transgrediendo todas las normas de su época, logra burlar la opresión militar para salvar a su marido de la muerte, Florestan, luego de ser encarcelado por razones políticas. Esta ópera levanto muchas críticas y tensiones políticas en la Viena de principios del siglo XIX que estaba ocupada por la milicia francesa.

En este orden de ideas, en América Latina de principios del siglo XX, se impulsaron diversas corrientes nacionalistas en muchos países de la región, que formaron distintas revoluciones intelectuales con el firme propósito de reivindicar a sus sociedades a través de movimientos culturales, políticos, económicos y laborales, para reafirmar la dignidad, la identidad y el gentilicio. Además de líderes políticos, los artistas plásticos, escritores y pensadores contribuyeron grandemente en estos procesos de cambio. De esa misma manera ocurrió en el arte de la música. Talentosos compositores latinoamericanos con sólida formación académica y con fuerte compromiso nacionalista, miraron más allá de las formas musicales tradicionales europeas, siendo aquéllos inspirados por grandes maestros como Béla Bartók, Maurice Ravel, George Enescu o Aram Kachaturian, crearon diferentes corrientes musicológicas de composición que tenían como meta buscar y encontrar sus leitmotifs dentro de su rica música folklórica, llevando sus creaciones a niveles increíbles, fusionando instrumentos tradicionales autóctonos, percusiones, rítmica, armonías y líneas melódicas con la majestuosidad de la orquesta sinfónica tradicional. Ejemplos como estos se dieron en toda la región hasta nuestros días, destacándose los compositores iniciadores: Moncayo, Revueltas, Ginastera, Heitor Villa-Lobos, Juventino Rosas, Juan Bautista Plaza, entre otros.

En el mes de julio del año 2011, una de las compañías de discos de música clásica más grandes del mundo, Brilliant Classics, con sede en Holanda, junto con la Orquesta Sinfónica de Venezuela (OSV), la más antigua de ese país y de Latinoamérica, me encargaron la grandiosa tarea de realizar un disco que se convertirá en una joya musical en el tiempo. Se trata de un homenaje que contiene obras sinfónicas de siete compositores pertenecientes a esos tiempos de renacimiento intelectual y nacionalismo latinoamericano, como también más recientes, como lo son: José Pablo Moncayo, Silvestre Revueltas, Arturo Márquez, Alberto Ginastera, Oscar Lorenzo Fernández, Yuri Hung  y Aldemaro Romero. Asimismo, ha sido grabado y masterizado con tecnología digital de punta, en audio de altísima resolución que recoge toda la majestuosidad de esta gran orquesta.

Tuve el privilegio de ser el productor general, de grabación y editor de este gran proyecto; y participé en su mezcla junto con uno de los mejores ingenieros de sonido de este lado del mundo, el internacional Rafael Rondón. Asimismo, tuve el gran honor de trabajar al lado de uno de los diez mejores directores de orquesta del mundo, el Maestro Theodore Kuchar, quien otorgó una elegancia especial, una sonoridad y un estilo único a esta magistral grabación, un sonido latinoamericano de talla internacional.

Este disco intitulado «Latin American Classics – Orquesta Sinfónica de Venezuela» salió al mercado mundial en septiembre de 2012 y ya aparece agotado en muchos países. Producción nominada a los premios Latin Grammy 2013 en la categoría de Mejor Álbum Instrumental.

Orquesta Sinfónica de Venezuela / Dirigida por el Maestro Theodore Kuchar

Producción general, edición y mezcla: Justo Morao 

Grabación, edición, mezcla y masterización: Rafael Rondón

Brilliant Classics – Holanda

Ya disponible en iTunes a través de este enlace:
Latin American Classics (2012) – Orquesta Sinfónica de Venezuela

Justo Morao afinando detalles con el Maestro Theodore Kuchar

Justo Morao junto con el ingeniero de sonido Rafael Rondón

Justo Morao y Alejandro Montes de Oca, Presidente de la Orquesta Sinfónica de Venezuela – Julio 2011

Orquesta Sinfónica de Venezuela en plena grabación de «Latin American Classics»

Justo Morao

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